INTRODUCCIÓN
Para el ortodoncista son importantes las características faciales de los pacientes y se sabe que posterior al tratamiento, pueden experimentar cambios físicos que dependerán de las características individuales de cada uno1. De especial interés es el estudio de la variación de los labios.
Algunos autores afirman que la posición y contorno de los labios se relacionan directamente con la ubicación e inclinación de los incisivos2. Según un estudio de Kuhn, M. y cols.2, los principales factores que contribuyen a esto, son los movimientos en sentido sagital del incisivo superior y el grosor inicial de los labios. Waldman, B.3, en otro estudio, concluyó que el ángulo naso-labial aumenta con la inclinación palatina de los incisivos. Pero también puede tener relación con otros factores, como la edad y las características de base de la piel y del aparato muscular que los sustenta4.
Por el contrario, autores como Subtelny, J.4 y Burstone, C.5) aseguran que no siempre puede existir una relación directa entre ambas estructuras, debido a la variación en el espesor de los tejidos blandos. Neger, M.6 propuso que un cambio en estos tejidos no está necesariamente acompañado de grandes modificaciones dentales. Wylie, W.7, por su parte, concluyó que la transformación del perfil facial por un tratamiento ortodóncico, no depende de la inclinación de los dientes anteriores.
Hasta el día de hoy existe cierta controversia sobre este tema. He aquí la importancia de seguir estudiando los cambios morfológicos en los labios y tejidos blandos de la región perioral posterior al tratamiento. El tipo de armonía que se produce a medida que cambian los tejidos duros y blandos, es uno de los temas interesantes de la ortodoncia8.
El objetivo de este estudio es determinar si existe asociación entre la inclinación del incisivo central superior y el ángulo naso-labial.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño y población del estudio
Este es un estudio de tipo observacional analítico retrospectivo, realizado en la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile (FOUCH). Incluyó a pacientes atendidos en la clínica del Postítulo de Ortodoncia y Ortopedia Dento Máxilo Facial entre los años 2018 y 2020.
Consideraciones éticas
Para participar de este estudio, los pacientes firmaron un consentimiento informado, incluido en la ficha clínica del programa conducente al Título profesional de Especialista en Ortodoncia y Ortopedia Dento Máxilo Facial de la FOUCH.
Se utilizaron las telerradiografías laterales de cráneo obtenidas al inicio y final del tratamiento de cada paciente, que forman parte de los registros rutinarios y obligatorios de esta clínica.
Criterios de selección
Se incluyó a hombres y mujeres entre 18 y 39 años de edad, que iniciaron y terminaron su tratamiento de ortodoncia en la clínica de este postítulo entre los años ya mencionados.
Se excluyó a los pacientes que no contaran con las radiografías descritas o que no hubiesen sido tomadas en la FOUCH; a aquellos donde fuera difícil identificar los puntos de referencia utilizados en este estudio (pacientes con asimetrías faciales, malformaciones, cirugías estéticas faciales, antecedentes de traumas faciales y/o dentoalveolares); y a casos de alta complejidad que tuviesen indicación quirúrgica y/o de exodoncia de premolares por indicación ortodóncica.
La muestra final correspondió a 20 pacientes, con un total de 40 telerradiografías laterales de cráneo.
Definición de las medidas utilizadas
En cada radiografía se realizó un análisis cefalométrico.
Para determinar la inclinación del incisivo central superior, se midió el ángulo formado por el plano biespinal y el eje del incisivo superior (figura 1).
Para determinar el ángulo naso-labial de Legan, se midió el ángulo formado por los puntos columela, subnasal y labio superior (figura 2).

Figura 1 La figura muestra los puntos espina nasal posterior (ENP) y espina nasal anterior (ENA) del maxilar, formando el plano biespinal. El eje del incisivo superior corresponde al eje axial del incisivo central superior, que pasa por el punto incisivo superior y su ápice radicular.

Figura 2 El punto Columela (Cm) corresponde al punto más anterior de la tangente de la base de la nariz. El punto Subnasal (Sn) es el punto en que se unen la base de la nariz y el labio superior, en el plano sagital medio. El punto Labio superior (Ls) corresponde al punto más anterior en la zona de unión mucocutánea del labio superior, en el plano sagital medio.
Medición de ángulos
En cada radiografía se trazaron los planos ya mencionados y se midieron sus respectivos ángulos, mediante el uso del programa Nemoceph®.
Análisis estadístico
El total de medidas obtenidas se ordenó en dos tiempos. T1 incluyó la medición del ángulo plano biespinal-eje mayor del incisivo superior (AiT1) y del ángulo naso-labial (AnlT1) en las radiografías tomadas previo al incio del tratamiento. T2 incluyó la medición del ángulo plano biespinal-eje mayor del incisivo superior (AiT2) y del ángulo naso-labial (AnlT2) en las radiografías tomadas al finalizar el tratamiento.
Los datos obtenidos fueron tabulados en una planilla Excel (Microsoft® Excel® 2020) y analizados estadísticamente mediante el software Stata 14 S/E® (Stata Corporation L.P.).
RESULTADOS
Se aplicó el test Shapiro-Wilk para determinar el tipo de distribución de los datos en ambos tiempos (T1 y T2), considerando p > 0,05 como distribución normal. En Ai se obtuvo un valor de p=0,53 en T1 y de p=0,12 en T2, mientras que en Anl, se obtuvo un valor de p=0,5 en T1 y un p=0,06 en T2, por lo que todos los datos presentaron distribución normal.
El promedio, desviación estándar y valores mínimo y máximo de Ai y Anl en cada tiempo, se resumen en la tabla 1.
Dado que las variables presentaron distribución normal, se aplicó el test de correlación de Pearson, para determinar si existía asociación entre ambas variables (Ai y Anl) en T1 y T2, interpretando R≥0,7 como asociación. Como resultado se obtuvo un valor de R=0,5, por lo que no existió asociación estadística entre las variables.
DISCUSIÓN
Diversos estudios han analizado la relación que existe entre el ángulo naso-labial de Legan y la posición sagital de los incisivos superiores. Es fundamental conocer las características dentales y esqueléticas del paciente, para así poder definir la posición en sentido ántero-posterior de los dientes9.
En esta investigación se observó que no existe asociación entre la inclinación del incisivo superior y el ángulo naso-labial de Legan, resultado similar al encontrado por Ramos, A. y cols.10. Estos factores podrían estar fuertemente asociados a las variaciones individuales de cada paciente y del tratamiento que se llevará a cabo en cada individuo, por lo que es difícil predecir los cambios que puedan ocurrir. Por esto es que no se puede definir una correlación exacta o más precisa entre la posición en sentido sagital de los incisivos superiores y el ángulo naso-labial11. Lo anterior es importante ya que, como menciona Bergman, R.9, los rasgos faciales individuales y su equilibrio entre sí, deben identificarse antes de comenzar un tratamiento ortodóncico.
Existen autores que han obtenido resultados diferentes a los encontrados en esta investigación, como es el caso de Alkadhi, R. y cols.12, quienes observaron que existe una asociación significativa entre la retracción del incisivo superior en sentido sagital y la posición del ángulo naso-labial, afirmando que la única variable que se asocia con este ángulo es la inclinación del incisivo superior, desestimando la influencia del grosor del labio superior. De igual manera, Nanda, R. y Ghosh, J.13 y Au, J. y cols.14 observaron que el avance del incisivo superior incide significativamente sobre el ángulo naso-labial, incluyendo además tendencias para otras variables como la altura del labio superior y su grosor.
Se sugiere estudiar más variables, tales como el biotipo facial, género, grosor y longitud de labios, para determinar la influencia que puedan tener sobre el ángulo naso-labial. Sería importante también evaluar el movimiento en sentido vertical de los incisivos, ya que se ha visto que puede incidir en el movimiento en sentido horizontal del labio.
El movimiento del incisivo central superior no es un movimiento puro, es decir, no solo varía su angulación, sino también su posición, por lo que también sería interesante considerar esta última variable para futuras investigaciones.
El resultado obtenido en este estudio es beneficioso para los ortodoncistas, ya que se debe considerar la variabilidad individual a la hora de planificar los tratamientos.