INTRODUCCIÓN
Las enfermedades bucales son las más comunes de las enfermedades crónicas y son un importante problema de Salud Pública por su alta prevalencia1,2, impacto en la calidad de vida de los individuos3 y el costo de su tratamiento4. En el año 2017, 3.500 millones de personas a nivel mundial padecían una condición bucal no tratada, lo que corresponde a un 45% de la población total. La prevalencia de caries no tratada ascendía a un 29.4% (2.500 millones de personas), de periodontitis severa a un 9.8% (796 millones de personas) y de pérdida total de dientes a un 3.3% (267 millones de personas)2. Por otro lado, el cáncer de cavidad oral y labios presentó 500.550 casos incidentes a nivel mundial en el año 20185. El costo directo de tratamiento odontológico asciende a USD 2.976 millones, representando el 4.6% del gasto total en salud, y los costos indirectos asociados a la pérdida de productividad son de USD 1.442 millones, donde USD 6.303 millones se asocian a pérdida severa de dientes, USD 5.399 millones a periodontitis severa y USD 2.514 millones a caries no tratada6. Es relevante destacar que las enfermedades orales comparten factores de riesgo y han sido asociadas a múltiples enfermedades crónicas no transmisibles, por lo que el estudio de su distribución, así como la implementación de intervenciones para controlarlas podría tener efectos benéficos en el control de las complicaciones asociadas a otras patologías7,8.
En Chile, han sido cruciales los estudios epidemiológicos del estado de salud general y oral para apoyar el proceso de reforma en salud que se inició el año 2000. Para ello, se ha requerido disponer de un diagnóstico actualizado para evaluar y reformular las políticas sectoriales, estimar la demandas que enfrentará el sistema de salud y establecer la vigilancia epidemiológica correspondiente. El objetivo de este estudio ha sido sintetizar los resultados de los estudios epidemiológicos de caries dental, enfermedad periodontal, desdentamiento y lesiones de mucosa oral de base poblacional con representatividad nacional y regional en adultos chilenos (≥15 años), así como los indicadores de riesgo para cada una de estas patologías, de modo de sintetizar la información y permitir la difusión y comunicación de estos resultados entre clínicos y académicos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una revisión narrativa para identificar aquellos estudios de diagnóstico de salud bucal, a nivel nacional y/o regional. Los criterios de inclusión consideraron estudios de base poblacional, con datos primarios y secundarios, con el objetivo de establecer prevalencias para las patologías bucales de mayor relevancia nacional (caries dental, enfermedad periodontal, desdentamiento, lesiones de la mucosa oral) en población adulta chilena (≥15 años). La búsqueda incluyó repositorios electrónicos científicos (Pubmed y Scielo) y fuentes de referencia nacional en salud (Ministerio de Salud) y universidades.
RESULTADOS
Se identificó un total de seis estudios de representatividad nacional (Tabla 1). Dos de ellos incluyeron las temáticas de salud oral dentro de la medición de otros problemas de salud9,10, dos analizaron datos secundarios11,12, y dos de ellos corresponden al mismo proyecto de investigación13,14 analizado con criterios distintos.
Se identificaron siete estudios a nivel regional (Tabla 2), en la Región Metropolitana (n=2)15,16, Valparaíso (n=1)(17) y del Maule (n=4)18-21.
Estudios poblacionales de diagnóstico de caries (Tabla 3)
Se identificaron tres estudios a nivel nacional9,10,14. La prevalencia de caries cavitadas en las personas ≥17 años fue de un 70% en el año 20039,22, disminuyendo significativamente a un 54.6% en los años 2016- 2017, donde la prevalencia de caries cavitadas fue mayor en los hombres que en las mujeres, y en grupos de mayor edad10. Al analizar el COPD en los adultos de 35 a 44 años y de 65 a 74 años, éste fue de 15.06 y 21.57, respectivamente. La media de dientes con caries fue mayor en hombres en el grupo de 35 a 44 años y en el de 65 a 74 años, pero en el de 35- 44 años, la media de dientes obturados sin caries fue mayor en el género femenino14.
Se identificaron 3 estudios a nivel regional17-19. En la Región de Valparaíso, el COPD en los adultos ≥60 años fue de un 21.6. Los indicadores de riesgo asociados a la historia de caries de esta población fueron la edad, bajo nivel de ingreso, ser soltero/ viudo, indigente, y de localidad rural17. En la Región del Maule, en los adultos de 65 a 74 años, el COPD fue de 25.7, donde las necesidades de tratamiento restaurador fue mayor en los hombres y en aquellos con ≤8 años de educación18. En este grupo de edad, el 64.1% de las superficies radiculares se encontraban con recesión gingival, el índice de caries radicular fue de un 8.23%, con 0.21 y 0.55 de las superficies obturadas y con caries, respectivamente. Esto indica que la historia de caries tuvo un puntaje de 0.75, y la mayoría de las superficies presentaban caries (72.3%). Las personas mayores con educación secundaria y que vivían en comunidades con agua potable, presentaron un mayor promedio de superficies radiculares obturadas19.
Estudios poblacionales de diagnóstico de Enfermedades Periodontales (Tabla 4)
A nivel nacional, se identificó un estudio en sujetos de 35 a 44 años y 65 a 74 años. La prevalencia de pérdida de inserción clínica ≥4mm., en el grupo de menor edad fue de un 93.45% y de un 97.58% en el grupo etario mayor. Cuando el umbral es de pérdida de inserción clínica ≥7mm., la prevalencia en los sujetos de 35 a 44 años fue de un 38.65% y de un 69.35% en los de 65 a 74 años. Los indicadores de riesgo para pérdida de inserción clínica ≥7mm., fueron presentar una mayor edad, sexo masculino, bajo nivel educacional (≤12 años) y ser fumador13.
A nivel regional, se identificaron 4 estudios15,17,18,20, donde en la mayoría de ellos, se analizó como variable primaria el índice periodontal comunitario o índice de necesidad de tratamiento de la comunidad (CPITN). En la Región Metropolitana, el código 4 del CPITN fue mayor en los sujetos de 65 - 74 años, en los niveles socioeconómicos medios y bajos, en los hombres y en aquellos con ≤8 años de educación. La necesidad de un tratamiento periodontal complejo para resolver código 3 y 4, en la Región Metropolitana, fue de un 40.66% en los sujetos de 35 a 44 años, aumentando significativamente a 71.43% en los sujetos de 65 a 74 años. Para ello, se requerían un total de 1.350.000 horas para resolver las necesidades de tratamiento de ambos grupos etareos15. En la Región de Valparaíso, se reportó que la necesidad de tratamiento periodontal complejo en sujetos ≥60 años, fue de un 43.0%, siendo mayor en hombres que en mujeres17. En la Región del Maule, en los sujetos de 35 a 44 años, la necesidad de tratamiento periodontal complejo fue de un 19.7%20, y en los sujetos de 65 a 74 años, de un 28.8%20 a 30.1%18. CPITN 3 y 4 fue mayor en los sujetos con ≤8 años de educación y aquellos que vivían en áreas rurales18. En el grupo de 65-74 años, los sujetos con pérdida de inserción clínica ≥4mm., correspondían a un 87.9%, y a un 47.7% para la pérdida de inserción clínica ≥6mm.
Tabla 4 Estudios poblacionales de diagnóstico de Enfermedad Periodontal de alcance Nacional y Regional, financiados o no financiados

CPITN/ índice periodontal comunitario: Código 0: Salud; Código 1: Sangrado al sondaje: Código 2: Cálculo; Código 3: Profundidad al sondaje de 4-5mm; Código 4: Profundidad al sondaje >5mm. IHO: Instrucción de higiene oral. NR: No reporta.
Estudios poblacionales de diagnóstico de Desdentamiento (Tabla 5)
A nivel nacional, se identificaron 4 estudios9,10,13,14, donde 2 analizaban la misma muestra de sujetos13,14. La prevalencia de dentición no funcional (<20 dientes en boca) presentó una prevalencia de un 32.3% en los sujetos ≥17 años el año 20039, disminuyendo significativamente a un 27.0% en los sujetos ≥15 años en los años 2016-201710. En la ENS 2016- 2017, la prevalencia de dentición no funcional fue mayor en mujeres, en sujetos de mayor edad y con <8 años de educación10. En el grupo de 35- 44 años, la presencia de ≤20 dientes se asociaba con bajo nivel educacional y de ingresos y depresión autoreportada14.
La media de pérdida dentaria fue de 5.9 a 6.5 en los sujetos de 35 a 44 años13,14 y de 15.8 a 17.46 dientes en los sujetos de 65 a 74 años13,14. El grupo de 35- 44 años, presentó una menor pérdida dentaria que el grupo de 65- 74 años14. La prevalencia de desdentados totales fue de un 0.28 a un 0.7%12,15,16 en los sujetos de 35 a 44 años, y de un 17.6% a un 20.6% en los sujetos de 65 a 74 años10,13,14. El uso de prótesis disminuyó del 25.0% en el año 2003(9), a un 22.4% en los años 2016-201710. En la ENS 2016-2017, el uso de prótesis fue mayor en las mujeres, en los grupos de mayor edad y en los sujetos con <8 años de estudio10.
A nivel regional, se identificaron 4 estudios15,17,18,21. En la Región Metropolitana, la media de pérdida dentaria en población de 35 a 44 años fue de 6.62 dientes y en la población de 65 a 74 años, 12.29 dientes, siendo mayor en el grupo de 65 a 74 años y en el nivel socioeconómico bajo. La principal causa de pérdida dentaria fue la caries dental, seguida de periodontitis15. En la Región de Valparaíso, en los sujetos ≥60 años, la media de pérdida dentaria fue de un 17.9 dientes, donde la prevalencia de desdentados totales fue de un 20.1%, y la necesidad protésica ascendía a un 70.3%17. En la Región del Maule, en los adultos de 65 a 74 años, la pérdida dentaria fue de un 22.4 dientes18, siendo mayor en los sujetos de más edad, menor educación (≤8 años)18 y los que no utilizaron el servicio dental en los últimos 12 meses21. La prevalencia de desdentados totales fue de un 25.1%, y la necesidad prótesica estaba presente en el 72.0% de la población18.
Estudios poblacionales de diagnóstico de Lesiones de Mucosa Oral y Cáncer Oral y Faríngeo (Tabla 6)
A nivel nacional, se identificaron 2 estudios, que correspondieron a un análisis secundario de datos de mortalidad por cáncer oral y faríngeo11,12. La tasa bruta de mortalidad por cáncer oral y orofaríngeo fue de 0.9 a 1.25 por cada 100.000 habitantes, donde la mortalidad por cáncer de lengua fue la más prevalente.
A nivel regional, se identificaron 2 estudios16,17. En la Región Metropolitana, en los adultos ≥65 años, la prevalencia de lesiones de mucosa oral fue de un 53.0%, donde la patología más frecuente fue la estomatitis subprotésica (22.3%). Las leucoplasias presentaron una prevalencia de un 1.7% y el liquen plano, de un 2.1%. El uso de prótesis aumentaba el riesgo de cualquier lesión de mucosa oral en población adulta mayor. Los indicadores de riesgo que aumentaron el riesgo de estomatitis subprotésica fueron el género femenino, prótesis con placa bacteriana adherida y dormir con prótesis. Los indicadores de riesgo para liquen plano fue ser del género femenino, y para leucoplasia, fue ser fumador16. En la Región de Valparaíso, en los adultos ≥60 años, la prevalencia de lesiones de mucosa oral fue de un 34.2%, con necesidad de atención inmediata por especialista producto de presentar lesiones potencialmente malignas de un 1.7%17.
En la sinopsis realizada en este estudio, se reporta que la prevalencia de enfermedades orales es alta en adultos y personas mayores chilenas, donde la población más afectada es la de menores recursos económicos y la de mayor edad.
Si bien la prevalencia de caries cavitadas en las personas ≥17 años disminuyó considerablemente de un 66.3% a un 54.6% entre los años 20039 al 2016- 201710, sigue siendo mayor a la prevalencia reportada a nivel mundial, la cual cifra la frecuencia de caries cavitadas en dentición permanente en un 29.4%2. Además, esta condición aumentó en los sujetos ≥65 años, pudiendo deberse al aumento de la retención de dientes en este grupo de edad, sumado a una mayor incidencia de caries radiculares. Además, el número de dientes afectados por caries (historia de caries COPD) en los grupos etarios de 35- 44 años a 65- 74 años fue de 15.06 y 21.5714, respectivamente, lo que representa más de un 50% de los dientes afectados por caries cavitadas en la edad adulta y sobre un 75% de los dientes presentes en boca en las personas mayores.
La prevalencia de dentición funcional fue baja, aunque aumentó significativamente entre los años 20039 y 2016-201710, pero donde los adultos ≥65 años, presentaron una prevalencia de dentición funcional de solo un 22.5%. Los hallazgos del estudio con respecto a la edad confirman lo que otros trabajos han demostrado con anterioridad; a medida que aumenta la edad disminuye el número de dientes presentes en la boca, observando en las personas mayores una prevalencia de desdentamiento total a nivel país de 58.8%10, superando ampliamente la media nacional de 5.5%, y la mundial, de un 3.3%2. Lo aumentado de estas cifras se explica en la pérdida dentaria parcial de la adultez, donde el número de dientes perdidos entre los 35- 44 años ya es de 6.6 dientes13. Esta situación refleja un escenario preocupante, debido a que nos encontramos en una transición demográfica, donde el número de personas mayores irá aumentando. Sumado a esto, uno de los indicadores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para medir la salud en los adultos mayores es la evaluación de la mantención o pérdida de funcionalidad24, debido al impacto que tiene en su estado estado de salud y calidad de vida. Por lo tanto, uno de los objetivos de las políticas públicas para personas adultas debe orientarse a aumentar los años libres de discapacidad mediante la retención de dientes en salud25.
Los cambios en las prevalencias de caries cavitadas y de dentición no funcional podrían explicarse por la incorporación de las Garantías Explícitas en Salud (GES) de “Atención odontológica integral adulto de 60 años” en el año 2007, y del GES de “Salud oral integral de la embarazada”26 en el año 2010. Sumado a esto, el Programa Más Sonrisas para Chile ha mejorado el acceso a la atención odontológica de las mujeres mayores de 20 años, permitiéndoles recuperar su salud bucal cuando la han perdido y entregándoles las herramientas para cuidarla. El Programa de Mejoramiento del Acceso a la Atención Odontológica para los Jóvenes de Cuarto Año de Educación Media, de colegios municipales y particulares subvencionados, y Atención de Morbilidad Odontológica de los adultos, han acercado la atención a las personas que por sus actividades académicas o laborales tienen dificultad para acceder a los lugares y en los horarios habituales de atención clínica27.
A nivel periodontal existe un único estudio nacional realizado el año 2010. La pérdida de inserción clínica ≥6mm., en los sujetos de 35 a 44 años fue de un 58.3%, y de 65 a 74 años, de un 81.4%13. Es mayor a los reportado a nivel mundial como prevalencia de “periodontitis severa”, la que es definida como la presencia de pérdida de inserción clínica ≥6mm., o CPITN código 4. Ésta ha aumentado a un 9.8%2 el año 2017, habiéndose mantenido en un 7.4% entre los años 1990- 20151. Los estudios regionales de prevalencia de enfermedad periodontal, han utilizado como variable primaria el CPITN. Sin embargo, esto trae como consecuencia lo que ya se ha descrito a nivel de la epidemiología de las enfermedades periodontales a nivel mundial: la ausencia de uniformidad de la definición de caso, lo que imposibilita realizar comparaciones entre los distintos estudios epidemiológicos desarrollados28,29. Sumado a lo anterior, los índices utilizados consisten en un registro parcial de la boca, lo que subestima la magnitud y severidad de las enfermedades periodontales, no describe sus características al no considerar la pérdida de inserción clínica, si no que sólo identifica las necesidades de tratamiento de los sujetos, lo cual puede estar sobreestimado al aplicar un concepto jerárquico de progresión de las enfermedades periodontales30. Es imperativo que se desarrollen estudios utilizando la Clasificación de las Enfermedades Periodontales y Periimplantares del año 201731, de modo que se permita la comparación con estudios internacionales, así como estudios de progresión de la enfermedad, sumado al tratamiento de esta patología, considerada un problema de salud pública32, así como una enfermedad crónica no transmisible33.
Esta revisión muestra que la cantidad de artículos referentes al cáncer oral y faríngeo, así como de lesiones de mucosa oral, es bajo. La mortalidad por cáncer oral en Chile, según los distintos estudios, fluctúa entre 0.9- 1.3 por cada 100.000 habitantes11,12. El sexo más afectado fue el masculino, tal como en Estados Unidos, Europa y México34. Algunos de los principales factores de riesgo de cáncer oral son el tabaquismo y el consumo riesgososo de alcohol35, aumentando su mortalidad. El tabaquismo también es un factor de riesgo para las leucoplasias, las cuales presentaron una prevalencia de un 1.7% en población adulta mayor en la Región Metropolitana16. Según la ENS 2016- 2017, la prevalencia de tabaquismo en Chile fue de un 33.3%, y de alcohol, 11.7%36. Debido a esto, se esperaría que se aumentaran los programas de salud enfocados a la prevención de ambos factores de riesgo. El control del cáncer oral se logra mediante políticas públicas de promoción y prevención en la población, y a través de la promoción de un control odontológico regular.
Los estudios analizados muestran desigualdades substanciales en relación a la prevalencia de patologías de la cavidad oral. Estas desigualdades estaban presentes particularmente en sujetos de bajos ingresos, menor nivel educacional, y en aquellos que vivían en municipalidades rurales. Estos resultados son congruentes con la literatura, y requieren de un abordaje proactivo, que incluya un rango de intervenciones que disminuyan las causas de estas desventajas, y que mejoren la calidad de vida de la población más vulnerable37.
Lamentablemente, si bien los datos recopilados son diversos, no en todas las ocasiones se realizan las mismas mediciones ni se levanta la misma información, por lo que las comparaciones son difíciles de realizar. Un ejemplo de ello es la falta de uniformidad de la estratificación por grupo de edad, donde la OMS, propone los tramos de edad 35- 44 años y 65- 74 años para la vigilancia de la patología bucal en la población adulta y adulta mayor38, así como la falta de uniformidad de la definición de caso en enfermedades periodontales y el uso del CPITN, mencionado anteriormente. Por otro lado, las ENS 2003 y 2016- 2017 definen al personal de enfermería como evaluadores de la salud oral, lo que, en las etapas de capacitación, presentaban una concordancia con el diagnóstico de un odontólogo de un 70%. Al no tener información consistente sobre los puntos anteriores, se dificulta la formulación de políticas públicas adecuadas a las necesidades nacionales.
En nuestro país, si bien se han asegurado algunas prestaciones a través del sistema GES, la prevalencia de enfermedades orales es aún muy alta, y hay sectores que no tienen hasta el momento cobertura como son los adultos entre 18 y 59 años, exceptuando a las embarazadas y programas específicos. Tampoco han existido campañas de promoción y prevención de salud oral hacia la población adulta y adulta mayor. Las enfermedades orales raramente son vistas como una prioridad en salud. Es por ello que es necesario que los sistemas odontológicos se enfoquen en la promoción y mantención de la salud oral, para así lograr una mayor equidad en ella. Esto va en congruencia con el llamado a la acción global para una cobertura universal en salud oral, ofreciendo una oportunidad de asegurar el cuidado continuo en niños, adolescentes y en adultos con alto riesgo para mejorar las condiciones orales deterioradas o dañadas39.
CONCLUSIONES
Como conclusión podemos decir que los datos sugieren una alta carga de enfermedad periodontal, caries, desdentamiento y lesiones de mucosa oral en adultos y personas mayores chilenas. Esta sinopsis pone de manifiesto la necesidad de diseñar políticas que promuevan condiciones ambientales para facilitar y fortalecer una cultura de prevención y promoción de la salud (prácticas de autocuidado y estilos de vida), que integren la salud bucal dentro de la salud general para conseguir mejores resultados en todos los grupos de edad, disminuyendo las inequidades en salud