INTRODUCCIÓN
La caries dental es la enfermedad crónica no transmisible más prevalente en Chile y el mundo, afectando tanto dentición primaria como permanente, representando un importante desafío para la salud pública1,2 La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que entre el 60 y 90% de los niños a nivel global presentan lesiones de caries cavitadas, afectando a más de la mitad de la población en los países industrializados y, por ser un proceso acumulativo, va incrementándose la severidad del daño a medida que aumenta la edad3,4.
Desde la perspectiva de causalidad, las enfermedades que afectan a la cavidad oral como la caries, son enfermedades complejas ya que están originadas por la interacción de diferentes factores, y para su análisis se deben considerar la interacción de ellos tales como los componentes genéticos, epigenéticos, ambientales, culturales, sociales y locales5,6,7,8,9. La etiología heterogénea de estas enfermedades explica la dificultad de lograr su control y tiene un impacto directo no solo sobre la salud oral del individuo sino también sobre su salud general10.
Como consecuencias de la caries dental se puede mencionar dolor, abscesos locales, infección sistémica y otras condiciones graves de salud que, y si se considera que es una de las enfermedades infantiles crónicas más comunes, pueden conducir a la ausencia escolar, actividad restringida, necesidad de atención de urgencia, hospitalización, capacidad disminuida para aprender o incluso insuficiencia física de desarrollo especialmente la altura y peso del niño. Así mismo, el dolor dental influye directamente en desmedro de la calidad de vida de los individuos11.
El fortalecimiento en el enfoque social de los determinantes de salud ha dado mayor importancia al entorno social, tanto en la determinación del estado de salud oral de la población como en la respuesta en términos de intervenciones sanitarias,en lugar de enfocarse sólo en cambios del comportamiento individual12.
La información sobre el estado de salud oral es esencial para la toma de decisiones a nivel gubernamental que involucren la prevención y tratamiento de éstas, por ello es importante el levantamiento de evidencia para poder trazar una línea base sobre la condición actual de salud oral en nuestro país y de esta forma poder comparar en el tiempo si existe modificación de estas cifras, como así también poder evaluar indirectamente el impacto de las distintas medidas llevadas a cabo y fortalecer la implementación de políticas públicas para mejorar la salud oral de los grupos objetivos.
En Chile, los estudios realizados por el Ministerio de Salud en el año 2007 demostraron la presencia de altos índices de caries en la población infantil, con una prevalencia de 70,3% en escolares de 6 años y de 62,5% en los de 1213,14.
El presente estudio tiene como objetivo determinar la prevalencia y severidad de caries y necesidad de tratamiento de una población representativa de escolares de 6 a 12 años de la Provincia de Santiago.
MATERIAL Y MÉTODO
Diseño y muestra del estudio
La muestra de este estudio representa al universo de escolares de la Región Metropolitana del período comprendido entre 2015 y 2017. Se incluyeron siete colegios, uno del estrato socioeconómico alto, representando el 20,78% de la muestra, cinco del estrado medio siendo el 53,71% y uno del estrato bajo con el 25,50% de la muestra. Estos establecimientos no contaban con intervenciones preventivas adicionales a los entregados en los programas odontológicos regulares del Ministerio de Salud (MINSAL). Para esto, las 32 comunas de la Provincia de Santiago se estratificaron socioeconómicamente considerando la Encuesta CASEN, del año 2013, en estrato I alto, II medio y III bajo. Dentro de cada estrato se eligieron en forma aleatoria las comunas, luego los establecimientos educacionales entre aquellos que se encontraban debidamente registrados en la base de datos de la Secretaría Regional Ministerial de Educación y finalmente los cursos. Se incluyeron en este estudio todos los escolares de 6 a 12 años que asistían a los establecimientos educacionales seleccionados y aceptaron participar en el estudio, previa autorización y firma del consentimiento informado de los padres y apoderados, además de los asentimientos en los casos que correspondiera, hasta alcanzar el tamaño y representatividad de la muestra estimados. Luego de realizado el examen, se envió en documento privado, a cada padre o tutor un informe del estado de salud oral con las necesidades de tratamiento de cada escolar de modo que fueran atendidos en el servicio de salud correspondiente o bien, si así lo deseaban tuvieron la posibilidad de acceder a atención en la clínica de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile.
La investigación y su metodología fueron autorizadas por el Comité de Ética de Facultad de Odontología de la Universidad de Chile (Acta de aprobación N° 9, fecha 20/11/2014).
Variables y recolección de los datos
Los exámenes clínicos se realizaron en los establecimientos educacionales en una sala dispuesta para ello por dos examinadores previamente calibrados y recalibrados cada 200 exámenes por cada profesional.
En la calibración de la detección de las lesiones de caries, se obtuvieron valores Kappa de Cohen, 0,94 para intraexaminador y 0,94 para interexaminador. Los sujetos fueron posicionados de manera de recibir la máxima iluminación natural, y el examinador como apoyo contaba con una linterna frontal con luz LED (Energizer®), espejos bucales n°5 y sondas OMS. Se utilizó el material necesario para garantizar la comodidad del examinado y del examinador y también las medidas de bioseguridad necesarias en este tipo de intervenciones. Para el cálculo del índice COPD y el ceod se utilizaron los criterios OMS para la detección de lesiones de caries,dientes perdidos y obturados15, dado que estos criterios permiten la comparabilidad con otros estudios y presentan una mayor facilidad para la calibración de los examinadores en estudios epidemiológicos. Para caracterizar la distribución de las lesiones de caries en la muestra se utilizó el Índice de Significancia de Caries (ISC)16. Para calcular la necesidad de tratamiento, se utilizó el índice de cuidado (IC)17,18, también se consideró el valor del subcomponente C (caries) y se aplicó el factor 1,2 que es el rendimiento mínimo de obturaciónes por hora odontológica según las normas del Ministerio de Salud.19,20
Análisis de los datos
La información recolectada fue tabulada en una planilla Excel y analizada con el programa estadístico IBM® SPSS 21 para Windows®.
Para los valores de prevalencia de caries, se consideró el porcentaje de individuos con índices COPD y ceod ≠ 0. Se compararon los resultados de COPD/ceod según las distintas variables (sexo, estrato socioeconómico y edad), mediante las pruebas de Kruskall-Wallis y U Mann-Whitney, considerando valor de significancia estadística del 95% (p<0,05).
RESULTADOS
Se examinaron 1414 escolares, de los cuales 81 fueron excluidos, 65 por no contar con los primeros molares definitivos completamente erupcionados y 16 portaban aparatos de ortodoncia que impedían realizar el examen de salud oral en forma adecuada, quedando la muestra final de 1333 sujetos, con una edad promedio de 9,03±1,24 años (Tabla1). La prevalencia de caries fue de 24,5% en dentición permanente (COPD≠0) y de 47,8% en dentición primaria (ceod≠0).
El índice COPD obtenido fue de 0,48±1,048, con valores entre 0 y 9, el índice ceod 1,67±2,427, con mínimo 0 y máximo 13. El desglose según subcomponentes se muestra en la Tabla 2 y 3. Al comparar los resultados según el sexo (Tabla 4), los hombres presentaron mayor valor de COPD y ceod que las mujeres (p<0,05). Respecto al estrato socioeconómico se observó que el estrato bajo tiene el valor más alto de COPD, estadísticamente mayor al estrato medio y al alto (p<0,05) mientras que no hubo diferencia entre estos últimos. Similar comportamiento se observó en el índice ceod, donde el estrato alto presentó el menor valor. Los estratos medio y bajo no presentaron diferencias entre sus resultados (Tabla 4).
Tabla 2: Índice COPD y ceod general analizado por subcomponentes (X :̅ Promedio; DE: Desviación Estándar ),intervalo de confianza e IC: índice de cuidado

Tabla 3: Índice COPD y ceod de ISC analizado por subcomponentes (X :̅ Promedio; DE: Desviación Estándar) intervalo de confianza e IC: índice de cuidado

Tabla 4: Promedio de índice COPD/ceod según sexo y estrato socioeconómico. (Las comparaciones son válidas dentro de la misma columna. Los promedios identificados con la misma letra son estadísticamente similares [prueba de Mann-Whitney, p≥0,05]).

Al comparar los resultados de los índices por edad, se observó que a medida que aumenta la edad, aumenta el COPD de manera significativa (Tabla 5). Contrariamente, el índice ceod disminuye a medida que aumenta la edad (Tabla 5). Estas diferencias estadísticas se pueden observar en cada año de la muestra mediante la prueba de Mann Whitney (Tabla 5).
Tabla 5: Valor promedio de índices COPD y ceod según edad y comparación según edad (*estadísticamente significativo, valor p<0,05)

La necesidad de tratamiento de la población en estudio es de 167 horas odontológicas para tratar el promedio de 0,15 lesiones de caries encontradas en dentición definitiva, y 689 horas odontológicas para tratar el promedio de 0,62 lesiones de caries en dentición primaria, con un total de 856 horas odontológicas.
Índice de Significancia de Caries (ISC):
Los valores promedio de COPD y ceod del tercio de la población con mayor índice fueron 1,45, y 4,52 respectivamente. Aumentando comparativamente los valores de la media de la población que fueron 0,48 y 1,67 respectivamente. Los valores COPD en este grupo aumentan conforme aumenta la edad, mientras el ceod disminuye al aumentar la edad siguiendo la tendencia general de la muestra.
Los valores de los desagregados para COPD y ceod se pueden observar en la tabla 3, donde en este grupo, todos subcomponentes muestran incrementos en relación a la muestra total.
Índice de Cuidado (IC):
El Índice de Cuidados (IC): se define como el número de dientes restaurados como una fracción (F) del número total de dientes cariados (C), perdidos (P) y obturados(O) y nos proporciona informacion valiosa sobre los patrones de atención en los subgrupos por lo tanto, desempeñan un papel útil para resaltar las disparidades en la salud oral. 17
Los IC obtenidos en esta muestra para COPD fue 68,75%, para ceod 56,88% y en el caso del tercio más afectado de esta población fue 67,58% para COPD y para ceod 57,07%.
DISCUSIÓN
El presente estudio fue realizado en una muestra representativa de escolares de 6 a 12 años de la Provincia de Santiago, Región Metropolitana y proporciona datos actualizados de prevalencia, y severidad de lesiones de caries estableciendo la necesidad de tratamiento restaurador en este grupo etáreo de escolares chilenos.
La prevalencia de caries encontrada para dentición primaria fue 47,8%, y para dentición permanente fue de 24,5%, con índices ceod 1,67 y COPD 0,48 respectivamente; mientras que el 30% de la población que presentó mayor severidad de daño correspondió a un índice ISC para ceod 4,52 y para COPD 1,45. Publicaciones previas de prevalencia de caries en escolares tanto nacionales como internacionales, muestran valores diferentes a los encontrados en este estudio. En Chile el trabajo de Cereceda y cols del año 2010 determinó una prevalencia de caries dental de 79,5%21, en tanto Villalobos-Rodelo determinó una prevalencia de 82% en México el año 2006 y Kim de 57,3% en Korea el año 201722,23. Estas diferencias pueden explicarse por los grupos estudiados, ya que el trabajo de Cereceda incluyó una muestra de pacientes de estratos socioeconómicos medio y bajo lo que se relaciona con índices mayores de enfermedad. Respecto a los estudios de Kim y Villalobos-Rodelo, los grupos de estudio incluyeron individuos de hasta 16 años e incluía población rural, lo que podría ser la explicación a la mayor incidencia de caries dental, debido a la relación proporcional de aumento de esta enfermedad con la edad y la ruralidad 24,25,26.
Al extrapolar los valores de COPD/ceod obtenidos con los rangos propuestos por la Organización Mundial de la Salud, se consideran valores “muy bajos” y “bajos” respectivamente27,28. El diagnóstico de salud oral de preescolares y escolares de Chile realizado por el MINSAL el año 2007 clasificó el COPD de niños de 6 años (0,16) como “muy bajo” y el ceod (3,71) como “moderado”. En niños de 12 años el COPD fue clasificado como “bajo”1,9. En el mismo sentido, el índice de significancia de caries de la población estudiada es menor a la meta propuesta para el año 2015 (COPD 3 máximo en la población de 12 años)29. Estas diferencias permiten dar cuenta de la reducción alcanzada en estos índices en la última década. Las políticas públicas instauradas en el país, tanto en el sector salud como educacional, apuntan al ámbito promocional y preventivo, entregando herramientas a temprana edad para el autocuidado y fomento de la promoción y prevención de la salud oral. A su vez, cabe mencionar el reforzamiento del componente de Salud Oral en el Modelo de Atención Integral. Es destacable también, el aumento en el subcomponente “O/o”, asociándose a un mejor acceso a la salud oral de esta población, considerada como grupo objetivo para el alcance de las metas sanitarias propuestas30 . Sin embargo, es preciso destacar que los índices estudiados corresponden al daño observado clínicamente y que se utilizan en salud pública, debido a que permiten una fácil comparación epidemiológica entre distintas poblaciones, permitiendo comparar con lo previamente publicado, pero no necesariamente reflejan todo el daño de la salud oral existente en los individuos, ya que el examen clínico debería complementarse con otros exámenes, como es el caso de las radiografías que reportaría un 44 % más de lesiones31,32 y otros métodos visuales directos de diagnóstico que den cuenta de caries incipientes y no cavitadas, como es el Sistema Internacional de Detección y Diagnóstico de Caries, ICDAS33 ya que ellas, igualmente necesitan ser tratadas y monitorizadas para lograr un mayor control de la enfermedad evitando que estas lesiones iniciales lleguen a cavitarse.
En relación con las diferencias encontradas entre distintos estratos socioeconómicos, Schwendicke y cols, establecieron que en el estrato socioeconómico bajo existe una asociación significativa con un mayor riesgo de tener lesiones de caries o alguna experiencia de caries y esta asociación podría ser más fuerte si se observa en un país desarrollado, debido a que puede encontrarse mayor desigualdad de ingresos en la misma población de estudio34. Asimismo, Lagerweji y cols concluyeron que en grupos de estratos socioeconómicos altos el número de lesiones de caries en niños de 12 años se reduce en 80-90%35. Estas diferencias están asociadas a determinantes sociales como son: nivel educacional, ingreso económico, condición de vivienda, empleo, saneamiento ambiental y acceso a los servicios de salud pero recientemente se ha abierto una nueva arista y una explicación para la diferencia en prevalencia podría estar en la influencia de factores epigenéticos, un término que intenta explicar la mayor aparición y severidad de una enfermedad en algunos grupos y que corresponden a alteraciones debido a factores ambientales capaces de modificar la expresión de los genes de un individuo sin alterar la secuencia del DNA, determinando finalmente el padecimiento de cierta condición o la susceptibilidad a desarrollarla6,36. Aunque los estudios de la influencia de epigenética en odontología aún se encuentran en las primeras etapas, cada vez hay más pruebas de la asociación entre los cambios epigenéticos y las enfermedades periodontales, la respuesta inflamatoria pulpar y el cáncer oral, por ello también, podrían a futuro relacionarse con la caries. Es así que estos factores externos podrían actuar en las últimas etapas de la diferenciación de los osteoblastos dando como resultado una alteración en la mineralización de las estructuras dentales como el esmalte y la dentina, lo que finalmente podría influir en las características de los dientes, la suceptibilidad a desarrollar lesiones de caries y la presentación clínica de ellas.7,8,9,36.
Al ser la caries una enfermedad que produce un daño irreversible y acumulativo en el tiempo, la edad es un factor que afecta los resultados de este estudio. Se puede apreciar que a medida que aumenta la edad, el COPD también lo hace, al sumarse las lesiones antiguas con las nuevas, evidenciándose un problema cada vez mayor a medida que avanza la edad24,25,37. Por el contrario, el índice ceod muestra que a medida que aumenta la edad, va en disminución, ello se explica por la exfoliación y recambio de los dientes primarios cariados y obturados, la cual comienza alrededor de los 6 años de edad hasta los 12-13 años aproximadamente.
Al realizar la comparación de índices COPD/ceod según sexo se observó que en dentición permanente existe mayor prevalencia de caries en mujeres, mientras que el ceod es mayor en hombres. Lukacs y cols, en un meta-análisis del año 2011, mostraron como resultado una cifra de ceod igual o mayor en el grupo de hombres en comparación al de las mujeres, que a medida que avanza la edad se invierte y se mantiene en el tiempo hasta llegar a la adultez, es decir, el índice COPD es mayor en el grupo de mujeres38. Una explicación podría ser la ubicación de la mujer en un nivel de desventaja al hablar de salud oral, siendo asociado a condiciones genéticas, hormonales, culturales, incluyendo el comportamiento y la heterogeneidad de la dieta. Las diferencias sociales y culturales entre hombres y mujeres podrían influir de distintas maneras el nivel de su salud oral, basado en marcadas diferencias de su vida cotidiana que afectan su exposición tanto a factores de riesgo como protectores39,40. Por último, las mujeres no solamente serían más propensas a desarrollar lesiones de caries, sino que también acuden más al dentista, aumentando el número de tratamientos realizados, y por ello se observa un incrementado el índice COPD en este grupo basado en el componente O como se ve en un estudio de Shaffer y cols.41.
En relación con la necesidad de tratamiento restaurador, los resultados obtenidos indican que existe una gran diferencia entre dientes primarios y permanentes, donde los dientes primarios corresponden al 75% de la necesidad de tratamiento restaurador total. Esto podría explicarse a que por la edad al momento de su evaluación, la dentición primaria había tenido un mayor periodo exposición en la boca siendo afectadas durante más tiempo a agresiones y distintos factores de riesgo determinantes de la aparición de lesiones de caries25,42,43. Así, la estimación de recursos humanos y tiempo para la realización de tratamiento restaurador en los 745.440 escolares de 6 a 12 años de la Provincia de Santiago, se necesitarán 478.324 horas odontológicas, de las cuales 93.180 son para dientes definitivos y 385.144 en dientes primarios. Esto es dedicar el trabajo de 210 odontólogos y asistentes con 44 horas semanales por todo un año.
Aunque estos valores de prevalencia e ISC son bajos, si se aplica como criterio IC tenemos que el 68,75% de lesiones ha tenido acceso a la atención en caso de dentición permanente y 56,88% para dentición primaria, sin embargo aún existe una alta proporción de individuos que necesitan atención tanto en dentición permanente como primaria, y se necesita una gran cantidad de horas profesionales para solucionar el problema de las lesiones de caries presentes. A pesar que con los resultados obtenidos se cumplen los objetivos sugeridos por la FDI y la OMS, para el año 2020 tanto en prevalencia como en Índice de Significancia de Caries,44,45 se hace perentorio y se requieren mayores esfuerzos para seguir realizando programas de prevención, promoción y educación en salud oral de manera que en un futuro cercano se logre disminuir el impacto de estas enfermedades en la población infantil.
CONCLUSIONES
A la luz de los resultados obtenidos en este estudio, se puede afirmar que la prevalencia de caries y la severidad de ella en escolares de 6 a 12 años de la Provincia de Santiago han disminuido en relación a los reportados hace una década. Estos índices son mayores en la población socioeconómicamente más vulnerable. Las horas profesionales para cubrir la necesidad de tratamiento restaurador son 856 de las cuales 167 horas son para dentición permanente y 689 horas para dentición primaria