INTRODUCCIÓN
Los adhesivos de cianoacrilatos (ACA) son materiales sintéticos que polimerizan en contacto con agua o humedad. Fueron descritos por primera vez en 1949 por Ardis1, pero fue Coover quien en 19592 señaló sus propiedades adhesivas y sugirió su posible aplicación quirúrgica. Entre algunas de las aplicaciones de los ACA destaca su uso en el cierre de heridas y fístulas, control de sangrado gastrointestinal y fijación de injertos óseos y cutáneos; estando contraindicado en heridas infectadas, pacientes inmunocomprometidos y en alergia conocida a cianoacrilatos y formaldehido3.
Su uso como alternativa para el cierre de heridas en piel y mucosas ha sido uno de los más estudiados. Dentro de sus principales ventajas destacan su rápida aplicación, resistencia a la infección, propiedades hemostática y el no requerir su retiro posterior3, a diferencia de las suturas convencionales no reabsorbibles.
En el área de odontología y cirugía maxilofacial, ha sido utilizado para el manejo de hipersensibilidad dentinaria4, en combinación con doximicina para el tratamiento sintomático de úlceras aftosas recurrente5, embolización de la arteria mandibular y como medida local del manejo del sangrado post operatorio secundario a exodoncia compleja de terceros molares6, entre otros.
Existe cierta tendencia por parte de los clínicos a preferir el uso de ACA en determinadas situaciones clínicas7. Por esta razón, el objetivo de esta revisión de la literatura es describir los usos y aplicaciones de los ACA, con enfoque en la cirugía oral y maxilofacial, evaluando de forma crítica su utilidad y aplicaciones en esta área.
Composición y propiedades de los cianoacrilatos
Químicamente los ACA pertenecen a la familia de los alquil cianoacrilatos (CH2=C(CN)COOR). Se sintetizan por la reacción de formaldehido con alquil-cianoacrilato, obteniendo un pre-polímero que a altas temperaturas es depolimerizado a un monómero de presentación líquida8.
Al ser aplicados en los tejidos y aún en presencia de humedad, polimerizan en segundos por una reacción exotérmica al contacto con aniones, especialmente iones hidroxilo o grupos amino de proteínas9-11, formando una unión adhesiva con el tejido subyacente mediante una película delgada y sólida12.
Los diferentes tipos de ACA se caracterizan según el largo de la cadena lateral de alquilo (-COOR), clasificándose en adhesivos de cadena corta, metil-CA (una cadena) y etil-CA (dos), y de cadena larga, butil-CA (cuatro), isoamil-CA (cinco) y octil-CA (ocho)3,13. Metil-CA, es el adhesivo original de menor tamaño, que polimeriza en un material duro. Los análogos de cadena lateral más larga como octil y butil son más resilientes, con mayor resistencia a la tensión3,11,14. Se describe que octil-CA es el más fuerte y flexible de todos, con una resistencia tridimensional 4 veces mayor a la del butil-CA15
Los ACA son biodegradables, y su remoción del sitio de aplicación depende del ataque hidrolítico de los enlaces de carbono, obteniendo formaldehido y cianoacrilato3. Su absorción es mínima y se descaman de la superficie de piel y mucosa después de 5 a 10 días de su aplicación14,16.
Toxicidad sistémica
Los primeros ACA de cadena corta fueron discontinuados por asociarse a una reacción tóxica en los tejidos. En su lugar, apareció el N-butil-2-cyanoacrylato (Histoacryl®), demostrando menor toxicidad y rápida adhesión a tejidos blandos y duros17, siendo aprobado para su uso clínico a inicios de 199618. Más tarde, en 1998, la FDA aprobó el uso de octil-2-ciniacrilato (Dermabond, Ethicon®) para la aproximación de heridas quirúrgicas y traumáticas con poca tensión7,19.
El efecto tóxico de los ACA en los tejidos depende de sus productos de degradación y la velocidad con la cual estos se producen19,20. La concentración de estos productos es proporcional al rango de degradación del compuesto original. Los ACA de cadena larga son menos reactivos que los de cadena corta y su degradación mas lenta resulta en menos concentración de sus productos de degradación en los tejidos locales, generando menos inflamación3,8,13,16,21, siendo los ACA de butil y octil-CA las alternativas menos toxicas9.
Se ha descrito un limitado grado de absorción dérmica luego de su aplicación tópica22. En modelos animales, los ACA no han demostrado tener efecto tóxicos sistémicos cuando son aplicados de forma tópica o subcutánea23, sin evidencia de producir alteraciones a nivel renal o hepático24.
Específicamente, Inal et al, el 2006 evaluaron en un modelo animal el efecto sistémico del N-Butil-2-CA aplicado en mucosa oral de ratas, sin encontrar diferencias estadísticamente significativas en los niveles de nitrógeno ureico y creatinina entre el control y los 2, 14, 21, y 65 días post operatorio18. Tampoco se han reportado efectos carcinogénicos para butil e isobutil CA17,25,26.
Utilidad en cierre de heridas en piel y mucosa
El uso de los ACA para el cierre de heridas de origen traumático o quirúrgico ha sido ampliamente estudiado. Uno de los principios básicos del cierre de heridas en piel y mucosas es la adecuada aproximación de los bordes, minimizando la tensión. El método ideal del cierre debe ser fácil, seguro, rápido, de bajo costo, indoloro, sin inducir reacción local, alergia o infección, otorgando adecuados resultados estéticos19,27. El cierre de heridas con suturas permite un buen cierre, pero los tejidos pueden reaccionar localmente y estas requieren ser removidas posteriormente.
Para el cierre de heridas, los ACA generan un fuerte vínculo en sus bordes, lo que permite la adecuada cicatrización11. Tienen la ventaja de ser aplicados de forma más rápida que las suturas28, además de ser indoloros, sin necesidad de infiltración anestésica ni de ser removidos posteriormente de los tejidos, lo cual disminuye la incomodidad de los pacientes y el riesgo de heridas corto-punzantes3,19,28. Estas ventajas han demostrado ser de gran utilidad en pacientes pediátricos, reduciendo la ansiedad y miedo que generan el cierre de heridas y el posterior retiro de suturas27. Otra ventaja importante es que proporcionan una capa protectora resistente al agua, que sella las heridas de la exposición al agua y a la contaminación11,19.
Durante su polimerización, se produce una reacción exotérmica que generalmente no es percibida por el paciente11. Nuevas formulaciones como Glubran 2®, tendrían menos efectos térmicos locales, ya que polimeriza a 45ºC. Además, tiene mejores propiedades elásticas29.
La principal desventaja de este material es su reducida fuerza de tensión. Una revisión sistemática y meta análisis por Dumville et al28 describió en 2014 que para el cierre de heridas en piel, los ACA presentaron mayor incidencia de dehiscencias al compararlos con las suturas. Por otro lado, no existieron diferencias en el rango de infección, apariencia estética, ni en el grado de satisfacción de cirujanos y pacientes. En general, los resultados estéticos obtenidos en el cierre de heridas cutáneas con ACA son equivalentes a los obtenidos con heridas suturadas19, especialmente en pacientes más jóvenes15.
En el cierre de heridas cutáneas faciales con un mínimo de tensión, si bien se describen casos de dehiscencia y cicatriz hipertrófica, las diferencias no serían significativas, con buenos resultados estéticos19. Deorukhkar el at 30, evaluaron en 2015 la utilidad de los ACA en el cierre de heridas faciales superficiales con baja tensión en niños. En ninguno de los casos se observó infección de la herida en el 1º, 3º y 7º día del postoperatorio y sólo uno de los casos mostró dehiscencia de la herida en el 3° día del postoperatorio. En general, no fue necesario inyectar anestésico local y la evaluación estética fue satisfactoria30.
En la mucosa oral, la calidad de los tejidos, la saliva, la vascularización y las funciones relacionadas con el habla, la masticación y la deglución27, influyen en que las suturas se puedan comportar de manera diferente. Los ACA parecen ser un método fácil, seguro, rápido e indoloro para el cierre de heridas intraorales no infectadas, creando una barrera contra la saliva16.
En procedimientos quirúrgicos intraorales, los ACA presentan una mínima incidencia de dehiscencia y el resto de las complicaciones son similares a las habitualmente esperadas3. Si bien se ha descrito que causan menor malestar intraoperatorio y postoperatorio en los pacientes16, no se han observado diferencias significativas en la intensidad del dolor postoperatorio en el cierre de colgajos de exodoncias de terceros molares14.
Efecto local en mucosa oral
Los ACA son un material con índice de irritación oral mínimo31. Se ha descrito clínicamente mayor dolor y edema local asociados a las suturas en los tres primeros días postoperatorios21 y mayor inflamación e infiltrado de células inflamatorias cuando son comparadas con los ACA en heridas intraorales16,32. Por otro lado, los ACA estarían asociados a una mayor aparición de fibroblastos jóvenes, un menor tiempo de cicatrización y generarían una mejor epitelización(8,21. (Figura 1)

Figura 1 (a) Aplicación de adhesivo de cianiacrilato (Histocyl ®) en el intraoperatorio, sobre sutura de exodoncia compleja. (b) Control postoperatorio a los 10 días, (c) herida operatoria luego de retiro de sutura y material adhesivo, (d) ACA retirado de la herida operatoria.
En un estudio clínico del año 1997, Giray et al comparó el cierre de heridas de mucosas orales con ACA y suturas de seda. No se observaron diferencias significativas en relación a hemorragia, epitelización, necrosis y formación de cicatrices. Sin embargo, el dolor (p = 0,023 <0,05) y edema (p = 0,024 <0,05) fueron significativamente mayores en los sitios suturados. La evaluación con microscopía electrónica al séptimo día del postoperatorio reveló una morfología normal de la ultra estructural en ambos lados21. Más recientemente, otro estudio clínico realizado en 2013, mostró que en pacientes sometidos a una apicetomía bilateral, las zonas cerradas con suturas desarrollaron inflamación de mayor intensidad, comparado con los lados cerrados con ACA17.
El aumento de la respuesta inflamatoria en el lado suturado se podría atribuir a un aumento de la acumulación de placa, el trauma local y la reacción del tejido al material de sutura16,17,21, mientras que los ACA actuarían como una costra, previniendo la infección secundaria y manteniendo una superficie donde la migración epitelial se produciría más fácilmente32.
Por otro lado, algunos estudios han asociado el uso de ACA con mayores grados de infiltrado de polimorfonucleares e inflamación crónica a nivel subcutáneo hasta 45 días después de su aplicación 33 y una mayor respuesta tisular, con reacción granulomatosa a cuerpo extraño más pronunciada y retraso de la cicatrización9,26,27,31,34, en comparación con las suturas.
Javelet et al, en 198534, comparó en un modelo animal el uso de suturas de seda versus la aplicación de ACA en heridas de mucosa oral. En el lado suturado, se observó una inflamación compuesta predominantemente por polimorfonucleares (PMN), leucocitos e histiocitos. Junto a los ACA, además de estas células inflamatorias, se encontraron células gigantes de cuerpo extraño. A las tres semanas las incisiones cerradas con ACA estaban más inflamadas, asociado este hallazgo con una respuesta lenta del tejido a la metabolización de cianoacrilato34. Más recientemente, un estudio clínico realizado por Vastani et al16, describió mayor inflamación en el lado suturado en comparación con el lado cerrado con ACA, a las 2 semanas del post operatorio de una alveoloplastía a boca dividida16.
Efecto antimicrobiano
Varios autores han señalado las propiedades antibacterianas de los ACA21,35,36. Un estudio in vitro con isobutil-CA, mostró un efecto bacteriostático contra bacterias Gram positivas y destrucción activa de colonias de estreptococo en crecimiento, sin efecto contra bacterias Gram negativas37. Otro estudio en 1997, evaluó en un modelo animal el cierre de heridas contaminadas con octilo-CA en comparación a suturas monofilamento, obteniendo menor grado de infección clínico, histológico y bacteriológico a los 5 días con los ACA 35. También tendrían un efecto en la reducción de la adherencia de la Cándida Albicans a células epiteliales bucales humanas in vitro38.
El mecanismo antimicrobiano exacto de los ACA no está claro, pero es probable que su efecto se produzca en la pared celular, lo que explicaría que su acción esté limitada a organismos Gram-positivos. Una de las hipótesis plantea que la fuerte electronegatividad sobre el polímero podría reaccionar con la carga positiva de la pared celular de organismos Gram-positivos. Los organismos Gram negativos serían relativamente poco afectados debido a su membrana de polisacáridos, que aísla la célula de la pared35. Además, los ACA ofrecerían una barrera para los microorganismos en el sitio de la incisión, aislando los márgenes de la herida de la saliva y placa bacteriana17,28,39.
Efecto hemostático
Los ACA son utilizados para la embolización de vasos sanguíneos y son una opción descrita para el manejo de hemorragias secundarias a exodoncia de terceros molares40. Por otro lado, sus propiedades físicas han demostrado que parecen ser agentes hemostáticos efectivos a nivel local 3,26.
En cirugía oral, los ACA permitirían logra una adecuada hemostasia inicial8,41 y un sangrado post operatorio menos significativo en los primeros días post operatorios14, en comparación al cierre sólo con suturas.
En un estudio realizado por Al-Belasy et al en 200310, se evaluaron 30 pacientes usuarios de warfarina, que requerían exodoncia de piezas dentales con elevación de colgajo mucoperióstico. Para el cierre, además de suturas, en el grupo de estudio utilizaron ACA, logrando obtener una hemostasia completa más rápida que en el grupo control, donde sólo se utilizaron suturas, sin casos de sangrado postoperatorio10.
El mecanismo mediante el cual los ACA favorecen la hemostasia no está claro. Algunos autores plantean que formaría una película que bloquearía mecánicamente el flujo de sangre, sirviendo como superficie para que se active la cascada de la coagulación10. Estudios in vitro, han encontrado que los ACA inducen una disminución significativa del tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPA)42; pero en la literatura no existen otros estudios más recientes que evalúen este efecto. (Figura 2).
Otras aplicaciones en cirugía oral y maxilofacial
Los ACA son una buena alternativa para el manejo de lesiones traumatológicas dentales, cuando no están disponibles los materiales habitualmente utilizados para su tratamiento. Si bien no es el material de elección para ferulizaciones, han demostrado ser útiles para inmovilizaciones dentales a corto plazo43.
También han demostrados resultados favorables en la fijación de insertos óseos en los rebordes alveolares. En modelos animales, se ha descrito que los injertos óseos fijados con Butil-CA, generan menor reabsorción en comparación a los injertos fijados con implantes de titanio y una mejor conservación del volumen del injerto en comparación al uso de fijación con tornillo44. Los autores plantean que el trauma generado por la inserción de implantes o placas, podría inducir una reabsorción ósea inflamatoria que explicaría la diferencia en la preservación del volumen45.
Son una opción con excelentes resultados en los colgajos de reparación de fisuras labio-palatinas, sin evidencia de complicaciones como dehiscencia, hemorragia o infección a largo plazo. Además, al ser resistente al agua, no permiten el paso de partículas entre los lados orales y nasales del cierre quirúrgico13.
Otras aplicaciones en el área de la cirugía oral y maxilofacial son la fijación de injertos gingivales, con una disminución del dolor en la zona receptora y una menor contracción del injerto46, el cierre de perforaciones de la membrana sinusal durante elevación de seno maxilar47, inmovilización de los cabos afrontados en la reparación de nervios periféricos48, y en el cierre de fistulas salivales parotídeas de difícil manejo 49. El año 2013 Habib et al12 publicó una serie de 165 casos, donde realizaron varios procedimientos maxilofaciales utilizando ACA, como fijación de injertos en piso de órbita y reborde alveolar, cierre de fisuras palatinas, reparación de fístulas orales, férulas nasales, manejo de dientes traumatizados y cierre de heridas, entre otros, sin evidencia de efectos adversos o respuesta inflamatoria importante12.
DISCUSIÓN
El adhesivo ideal de los tejidos debe tener una mínima respuesta inflamatoria, ser efectivo, estable, biodegradable, no carcinogénico y debe liberar un mínimo de calor durante el proceso de polimerización después de su aplicación27. Aunque los resultados relacionados con su respuesta inflamatoria son controvertidos, frente a sus beneficios parece que sus efectos locales no san lo suficientemente importantes como para contraindicar su uso.
No existen estudios que evalúen el costo-beneficio del uso de ACA frente a materiales de suturas convencionales. El costo inicial es tres o más veces mayor para el uso de ACA, pero en algunas situaciones podrían contribuir a un ahorro global, ya que el uso de estos materiales toma menos tiempo25 y no requiere el uso de instrumental ni otros insumos, como los necesarios para el retiro de la sutura19. Si se tiene en cuenta el costo global del procedimiento quirúrgico, esta diferencia puede ser de menor importancia28.
Es importante considerar que para una adecuada aplicación de estos materiales, es necesario que sean utilizados gota-a-gota, protegiendo los tejidos adyacentes, disponiendo de abundante suero fisiológico en caso de exposición accidental y evitando posible ingestión mediante una aspiración continua12,29. Las presentaciones de alta viscosidad pueden reducir el riesgo de migración del adhesivo fuera de la herida, 7,50. Independiente de esto, luego de su aplicación, el tejido debe ser inmovilizado por 30 segundos aproximadamente, para permitir que se complete la reacción de polimerización y deben eliminarse los excesos que puedan haber escurrido.
En base a lo descrito en la literatura, los ACA se plantean como una buena alternativa para el cierre de heridas de la mucosa oral. Aunque sus ventajas globales aún no superan al uso habitual de suturas, pueden ser una gran herramienta en ciertas situaciones clínicas, como pacientes pediátricos o pacientes que no están dispuestos a tolerar la anestesia local. Su potencial como agente hemostático y antibacteriano local parece de gran interés, pero es necesario que se realicen más estudios clínicos para consolidar sus aplicaciones y utilidades, por ejemplo, en pacientes con alteraciones de la coagulación o con mayor riesgo de infección de la herida operatoria