Introducción
El orden Lepidoptera, con cerca de 200.000 especies, es el tercero en riqueza de especies en el mundo después de Coleoptera e Hymenoptera (Llorente y Martínez 1996; Villalobos-Moreno 2017; Forbes et al. 2018). Para el neotrópico, el número de especies alcanza las 180.000, de las cuales 17.950 corresponden a mariposas diurnas, mientras que para Colombia son cerca de 3.500 especies (Lamas 2004). Las mariposas diurnas son reconocidas por su utilidad como indicadores ecológicos del estado de la biota en cuanto a parámetros como biodiversidad o grado de intervención humana, dado que la aparición de determinadas especies indica cambios en la complejidad vegetal, temperatura, humedad y radiación solar, parámetros que se alteran al perturbarse un hábitat (Brown y Freitas 2002; Constantino 1997; Ramírez et al. 2007). La familia Pieridae está conformada por mariposas que presentan coloración blanca, amarilla o naranja, tienen hábitos migratorios y juegan un importante rol como polinizadores de un amplio grupo de plantas (Maes 2007; Nijhout 1991). Esta familia tiene una gran diversidad en el mundo, con 70 géneros y 2.000 especies, incluidas en las subfamilias Pseudopontiinae, Dismorphiinae, Pierinae, Anthocharinae y Coliadinae (Lamas 2004; Nijhout 1991). La familia Pieridae presenta gran abundancia, facilidad de muestreo e identificación, así como una taxonomía estable y bien conocida, razones que permiten usarla como parámetro biológico en estudios de conservación, impacto ambiental y de poblaciones (Llorente-Bousquets et al. 1996).
Los estudios acerca de la diversidad de mariposas en zonas silvestres e intervenidas del departamento de Santander, y el nororiente colombiano en general, son escasos y relativamente recientes (Casas-Pinilla et al. 2017; Villalobos-Moreno 2013; Villalobos-Moreno et al. 2012; Villalobos-Moreno y Gómez 2015; Villalobos-Moreno y Salazar 2020), así, el presente documento tiene como objetivo realizar un aporte al conocimiento de la lepidopterofauna del departamento, en especial de las tierras bajas del nororiente de los Andes colombianos, y en este caso, a la franja transicional entre bosque seco y bosque húmedo tropical.
Materiales y Métodos
Área de estudio
Se realizaron muestreos en cuatro localidades del municipio de El Playón, Santander, en la cuenca del río Playonero al nororiente de los Andes colombianos (Figs. 1, 2), realizando muestreos rápidos en recorridos libres dentro de relictos de bosques secundarios intervenidos, así como a orilla de caminos y bordes de quebradas. Las localidades muestreadas fueron La Negreña a 650 msnm (7°29'44,79 N; 73°11'58,32 O), La Naranjera a 767 msnm (7°28'20,24 N; 73°11'16,24 O), San Pedro de la Tigra a 880 msnm (La Tigra; 7°28'59,36 N; 73°15'07,80 O) y Planadas del Arrumbazón a 1.020 msnm (Planadas; 7°31'37,46 N; 73°15'33,88 O). Según Holdridge (2000), el área de estudio corresponde a un bosque seco tropical bs-T transicional con el bosque húmedo, o de acuerdo con Cuatrecasas (1989), a una selva neotropical inferior con elementos de la selva subandina.
Captura, montaje y conservación
Los especímenes fueron recolectados en el proyecto de Caracterización de la Entomofauna silvestre de la cuenca del río Playonero (Villalobos- Moreno 2003), utilizando como metodología los muestreos rápidos (RAPs) propuestos por el Instituto von Humboldt (Villareal et al. 2004). Las capturas las realizaron dos personas desde las 9:00 am hasta las 17:00 pm, durante cuatro días en cada sitio de muestreo, 304 utilizando redes entomológicas de 45 cm de diámetro. El material recolectado se trasladó en sobres de papel milano hasta la casa-base para ser montado y etiquetado siguiendo normas internacionales (Márquez 2005; Triplehorn y Johnson 2005). Todos los ejemplares fueron depositados en la colección entomológica de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB). Las determinaciones taxonómicas se realizaron con la ayuda de literatura especializada (D'Abrera 2001; Le Crom et al. 2004), y por comparación con el material de la Colección Entomológica del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia y de la Colección Entomológica de la CDMB.
Comprobación de la calidad del inventario
Se realizó el análisis del esfuerzo de muestreo para examinar el grado de conocimiento alcanzado acerca del inventario de especies y predecir la riqueza potencial de la zona de muestreo. Se consideró cada unidad de esfuerzo de muestreo (UEM) como el sumatorio de los datos procedentes de las capturas realizadas por ambos investigadores dentro de los recorridos realizados para cada uno de los días de muestreo, por lo tanto, se tuvieron en cuenta 16 UEM. Mediante el programa EstimateS (Colwell 2000), se aleatorizó la entrada de datos (1.000 iteraciones) para evitar sesgos en el cálculo de la riqueza potencial. Para predecir la riqueza potencial, se utilizó el estadístico no paramétrico Chao1 (basado en abundancias), por tratarse de un estimador robusto de la riqueza mínima que suele ofrecer mejores resultados que otros estimadores (Gotelli y Colwell 2001; Walther y Moore 2005). Con el programa CurveExpert (Hyams 2009), se ajustaron las estimaciones a una curva asintótica Clench, para poder realizar el cálculo de diferentes parámetros de la curva (Jiménez-Valverde y Hortal 2003).
Comparación entre sitios de muestreo
Con el listado de especies recolectadas, se organizó la matriz de abundancias para cada localidad de muestreo, y se hicieron análisis de agrupamiento con el fin de identificar patrones de similitud entre las localidades. Se empleó el índice de Bray-Curtis para establecer la similitud entre los sitios y la técnica de single linkage para crear el dendrograma (Ludwig y Reynolds 1988; Magurran 1988). Para los respectivos cálculos y gráficos, se utilizó el programa Past3 versión 3.18 (Hammer 2017).
Resultados y Discusión
Durante los muestreos realizados en las cuatro localidades de la cuenca del río Playonero, se recolectaron 84 individuos agrupados en 4 géneros y 12 especies (Tabla 1). Los géneros con mayor riqueza de especies fueron Eurema Hübner con seis y Phoebis Hübner con tres. En la Tabla 1 se presenta la lista de especies de Pieridae de la zona de estudio, clasificadas en las siguientes categorías: abundante: con más de 10 registros, común: entre 6 y 10 registros, escasa: entre 2 y 5 registros, y rara: con un solo registro (Salazar 1993; Fagua 1996; Henao 2006; Henao y Stiles 2018). Un total de 6 especies (50%) se incluyeron en las categorías abundante y común, mientras que solo dos especies, Eurema elathea (Cramer, 1777) y Eurema phiale (Cramer, 1775), fueron consideradas raras por estar representadas por un solo ejemplar.
Las especies de los géneros Eurema y Phoebis estuvieron ampliamente representadas en este muestreo, y son consideradas como propias de zonas abiertas (Palacios y Constantino 2006; Valencia et al. 2005), lo cual sugiere un estado de fragmentación de las coberturas boscosas originales de la zona de estudio, particularmente en La Negreña, donde existen grandes extensiones con potreros, galpones, caballerizas, caminos y residencias humanas, proceso cada vez más extendido en todas las regiones de Colombia (Echeverry y Rodríguez 2006; Duque et al. 2013). La presencia de Eurema gratiosa (Doubleday, 1847) y Perrhybris lypera sulphuralis (Butler, 1896) demuestra la influencia de zonas altas y bosques conservados, y se corresponden al primer registro de estas especies para los bosques secos colombianos. Así mismo, con estas dos especies se amplía la riqueza total de mariposas diurnas registradas para los bosques secos colombianos, que según Henao-Bañol y Gantiva (2020) son 662 especies de mariposas diurnas (Hesperioidea-Papilionoidea) y 52 para la familia Pieridae. De este modo, la riqueza de especies registradas para los bosques secos tropicales colombianos queda en 664 especies, y específicamente para la familia Pieridae en 54 especies.
Tabla 1 Listado de especies y número de especímenes de la familia Pieridae recolectados por localidad de muestreo. N: abundancia; CT: categoría; A: abundante; C: común; E: escaso; R: raro.
Especie | Negreña | Naranjera | Tigra | Planadas | N | CT |
Eurema albula (Cramer, 1775) | 3 | 5 | 1 | 9 | C | |
Eurema daira (Godart, 1819) | 8 | 3 | 2 | 13 | A | |
Eurema elathea (Cramer, 1777) | 1 | 1 | R | |||
Eurema gratiosa (Doubleday, 1847) | 2 | 2 | 4 | E | ||
Eurema phiale (Cramer, 1775) | 1 | 1 | R | |||
Eurema xanthochlora (Kollar, 1850) | 1 | 1 | 2 | E | ||
Perrhybris lypera sulphuralis (Butler, 1896) | 1 | 1 | 2 | E | ||
Phoebis argante (Fabricius, 1775) | 2 | 1 | 3 | E | ||
Phoebis neocypris rurina (C.Felder y R.Felder, 1861) | 6 | 4 | 10 | A | ||
Phoebis philea (Linnaeus, 1763) | 9 | 5 | 2 | 16 | A | |
Pyrisitia proterpia (Fabricius, 1775) | 3 | 5 | 6 | 14 | A | |
Pyrisitia venusta (Boisduval, 1836) | 3 | 5 | 1 | 9 | C |

Figura 3 Algunos especímenes recolectados en la zona de estudio. A: E. albula (Cramer, 1775); B: E. elathea (Cramer, 1777); C: E. phiale (Cramer, 1775); D: E. xanthochlora (Kollar, 1850); E: P. argante (Fabricius, 1775); F: P. neocypris rurina (C. Felder y R. Felder, 1861); G: P. philea (Linnaeus, 1763); H: P. lypera sulphuralis (Butler, 1896); I: P. venusta (Boisduval, 1836); J: P. proterpia (Fabricius, 1775). Escala: 1 cm.
Comprobación de la calidad del inventario
La riqueza potencial estimada según el ajuste a la curva Clench alcanzó un total de 14,51 especies (Fig. 4). La pendiente de la curva fue de 0,08 (fiable si es menor a 0,1), la proporción de especies observadas fue del 82,71%, lo que corresponde a un esfuerzo de muestreo estimado del 90,71% (se considera adecuado si es superior al 70%), con lo cual se considera que el muestreo es apropiado (Jiménez-Valverde y Hortal 2003). Con estos valores calculados, se puede afirmar que el presente inventario se considera como apropiado y confiable, y que se reporta la gran mayoría de las especies de mariposas de la familia Pieridae existentes para la zona de muestreo, quedando pendientes por registrarse solo unas pocas especies, tal vez tres o cuatro más, para esta zona de estudio. El número de registros del presente manuscrito podría ser considero bajo, con respecto a las 52 especies de Pieridae para bosques secos colombianos reportadas por Henao-Bañol y Gantiva (2020). Sin embargo, es importante mencionar que el manuscrito de Henao-Bañol y Gantiva tiene un evidente mayor esfuerzo de muestreo, que corresponde a la revisión de 21 publicaciones, la consulta de cinco colecciones biológicas y la realización de 10 muestreos adicionales por parte de los autores, información que cubre gran parte de los bosques secos del territorio colombiano.

Figura 4 Análisis del esfuerzo de muestreo. S Mean: riqueza observada media aleatorizada; Chao 1 Mean: riqueza potencial obtenida con el estimador no paramétrico Chao1; Clench: riqueza potencial ajustada a la asíntota Clench [y = (8,85•x) / (1+0,61•x)]; error estándar: 0,67; coeficiente de correlación: 0,96.
Comparación entre sitios de muestreo
Ninguna de las especies fue recolectada en todos los sitios de muestreo, mientras que E. elathea solo fue recolectada en Planadas y E. phiale solo en La Tigra. De acuerdo con el análisis de similitud realizado, se observa una mayor similitud entre La Tigra, Planadas y La Naranjera (Fig. 5), posiblemente por la poca variación del rango altitudinal y homogeneidad del paisaje. A pesar de la cercanía geográfica y altitudinal entre los cuatro sitios de muestreo, los menores valores en La Negreña, tanto de abundancia como de riqueza de especies, se podrían explicar por el nivel de deterioro ambiental observado allí, con amplias áreas abiertas para caballerizas y explotación ganadera, así como para galpones de producción de huevos y engorde. Estas diferencias se hacen evidentes en el análisis de similitud, donde La Negreña se separa del resto de los sitios de muestreo.
Conclusiones
Los especímenes de la familia Pieridae reportados en este muestreo, corresponden a especies de tierras bajas, reportadas para amplias zonas del país, como el Caribe, los valles interandinos, la cuenca del río Amazonas, entre otras, lo cual se puede explicar por la gran cantidad de plantas hospederas que presenta esta familia y por sus costumbres migratorias. El registro por primera vez para los bosques secos tropicales colombianos de E. gratiosa y P. lypera sulphuralis, demuestra la influencia de zonas altas y bosques mejor conservados. Adicionalmente, con estos registros se amplía la riqueza total de especies para este importante bioma colombiano, a 664 especies de mariposas diurnas (Hesperioidea- Papilionoidea) y 54 para la familia Pieridae.