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Revista signos
versión On-line ISSN 0718-0934
Rev. signos v.31 n.43-44 Valparaíso 1998
http://dx.doi.org/10.4067/S0718-09341998000100011
Revista Signos 1998, 31(4344), 125137 LITERATURA La introducción de los modelos Vanguardistas en España hasta 1918. La proyección de las Teorías de Vanguardia en la Poesía
Eva Valcárcel 1. MERIDIANO INTELECTUAL El panorama sociocultural español de comienzos del siglo XX se caracteriza por la confluencia de tendencias ideológicas antagónicas, por la superposición de movimientos eclécticos y por la crisis de la conciencia de la identidad cultural política y religiosa. La profunpa crisis contextual se impone con la derrota en la guerra con los Estados Unidos. En enero de 1899, en virtud del Tratado de París, España pierde las últimas colonias ultramarinas. Este evento histórico influye en el mundo intelectual, en ese momento, estancado y caduco.1 Las coordenadas intelectuales de la primera década del siglo condicionan los intentos de la renovación estética. Los ejes del pensamiento español, en este momento, son: la sociología de los noventayochistas, el mito del eterno retorno de Azorín, el pensamiento unamuniano, el cientifismo de los historiadores y los críticos, y la «inmanencia vital» de la poesía de Juan Ramón Jiménez. Sin embargo, el proceso regeneracionista no se consolida. Parte de los noventayochistas mantienen una postura reaccionaria. La idea clave de Ángel Ganivet, de «una restauración de la vida entera de España», tampoco favorece la ruptura, pues se apoya en «cerrar con cerrojos, llaves y candados todas las puertas por donde el espíritu español se escapó de España».2 La fundación de la Residencia de Estudiantes de Madrid, en 1910, facilita una actividad intelectual rica en distintos campos científicos y literarios. En los encuentros, coloquios y conferencias y en sus publicaciones se difunden las aportaciones de la intelectualidad del momento. La participación de filósofos, científicos y economistas extranjeros y de los ensayistas, poetas y narradores españoles, contribuyen a crear nuevas perspectivas estéticas.3 La Residencia, considerada como «hogar de la inteligencia», fue un centro de confluencia de ideas y logró un impulso intelectual. Para responder a la actividad cultural, en 1913, se funda la editorial que mantendrá su actividad hasta 1935. Inicia su andadura con la publicación de textos de Ortega y Gasset, Antonio Machado, Unamuno, Juan Ramón Jiménez o García Morente. A comienzos de la década siguiente, los discursos literarios de los escritores de la «generación de 1914» intentan aproximarse a la realidad del país; constituyen una plataforma intelectual, a través de la revista España y de la Liga de Educación Política, impulsada por Ortega y Gasset, Manuel Azaña, Fernando de los Ríos y Pérez de Ayala. Pero sus posturas literarias y su pensamiento son poco propicios para una efectiva renovación literaria y artística. Ya en 1904, Juan Ramón Jiménez critica la «facilidad literaria» de la época y pide una nueva orientación en estos versos libres, publicados en la revista Helios:4
En los primeros lustro s del siglo XX, las revistas literarias que difunden las distintas tendencias estéticas, mantienen las colaboraciones de los escritores consagrados, modernistas y noventayochistas, e incorporan las firmas de los jóvenes creadores. Contribuyen, además, a crear un clima sociocultural, animado por las polémicas sobre la oposición entre lo tradicional y lo moderno, lo hispanizante y lo europeo.
Sin embargo, podemos constatar que algunos escritores del 98 y del novecentismo incorporan postulados del pensamiento filosófico, interpretan y asumen parcelas del pasado-cultural, pero no rompen con las fórmulas estéticas inmediatas. En contraposición, se proyecta, en reducidos grupos intelectuales, la preocupación por el progreso, por la modernidad, por la técnica y por la máquina. Y no podemos olvidar que, ya en 1904, Gabriel Alomar,8 en sus textos programáticos futuristas, se anticipa a Marinetti en la defensa del mecanicismo como la única fórmula transformadora del mundo. 2. LA REVISTA PROMETEO Y LA PROYECCIÓN DEL VANGUARDISMO En el transcurso de estos años claves se suceden y entretejen una serie de factores que configuran un nuevo concepto de modernidad en la literatura y en el arte. Los artistas españoles Pablo Picasso, Juan Gris y Julio González se incorporan a la Escuela de París. Se organizan exposiciones de pintura cubista. Se difunden los manifiestos futuristas. La revista Prometeo se convierte en portavoz de la nueva literatura y Ramón Gómez de la Serna descubre la alteración de las percepciones sensoriales con la invención de la greguería.
La aportación renovadora más operativa son los ensayos del propio Gómez de la Serna que van conformando una nueva disposición estética. Su postura crítica se radicaliza, en ocasiones, con afirmaciones como éstas:
3. LA DIFUSIÓN DEL FUTURISMO En el número XIX de la revista Prometeo, Ramón Gómez de la Serna anuncia la próxima publicación de «Un manifiesto futurista para España»,14 compuesto por el escritor italiano Marinetti, a petición del propio Ramón. El texto marinettiano se publicará en el número XX, y aparece precedido por la introducción «Proclama futurista a los españoles»,15 firmada por Tristán, seudónimo de Gómez de la Serna. Corno director de Prometeo, Ramón demuestra, en sus comentarios sobre la tendencia vanguardista italiana, un entusiasmo especial por Marinetti. Su proclama es el primer texto programático escrito por un español y está elaborado en un estilo imperativo, por medio de yuxtaposiciones contrapuntísticas. Su sintaxis sincopada se vincula con los procedimientos simultaneistas. Al margen de algunas contradicciones estéticas, sus propuestas están en la misma línea de ruptura que las del italiano16. El culto profesado a la máquina por parte de los futuristas italianos, se manifiesta en el escritor madrileño a través de las imágenes de progreso, recogidas del entorno urbano y posteriormente lirizadas siguiendo la estética futurista de la velocidad:
La proclama de la libertad artística se extiende a otros planos: la defensa de la libertad de la mujer, la posición de los hombres frente a la incuria, el «gran galope sobre las ciudades», sobre la herencia «grotesca del pasado...». En el ensayo «Opiniones sociales: la nueva exégesis», el escritor madrileño hará resaltar, una vez más, la influencia del progreso mecánico, «la estética de la máquina», «la revolución artística».17 4. MARINETTI. MANIFIESTO FUTURISTA A LOS ESPAÑOLES El Manifiesto futurista a los españoles18 se orienta en dos direcciones: la crítica de la religiosidad y del marasmo cultural de España, y los postulados artísticosliterarios. Marinetti, inspirado por las experiencias de un viaje en automóvil por la meseta española, reconoce la laboriosidad de "trabajadores y soldados", constructores de caminos y ciudades. Pero, al mismo tiempo, adopta una actitud duramente anticlerical. Enjuicia a España como un país de superstición religiosa y considera la catedral corno símbolo del marasmo del país:
En sus «Conclusiones sobre España», insiste en dos ideas sorprendentes: «estirpar de un modo total el clericalismo» y destruir el carlismo. Y, si la monarquía no realiza «esa bella operación quirúrgica», será el momento de sustituida por una «república radicalsocialista con Lerroux y Pablo Iglesias.»
5. LAS REVISTAS PREULTRAÍSTAS La recepción de los códigos estéticos vanguardistas continúa en las revistas madrileñas Los Quijotes y Cervantes. En su corpus textual, persisten las formas tradicionales, modernistas y regeneracionistas pero, progresivamente, se introducirá la modernidad innovadora. Los Quijotes19 inicia su publicación en marzo de 1915. Las situaciones trágicas de la Gran Guerra influyen en el contrapuesto compromiso de los intelectuales, lo que suscitará las encendidas polémicas entre francófilos y germanófilos. En esta época de crisis, en las primeras entregas de la revista, predominan las composiciones poéticas de escaso valor, dentro de las tendencias populista y rubeniana. Por otra parte, menudean las críticas negativas al «Parnaso modernista» y a la literatura decadente. Sin embargo, siguen persistiendo las estructuras métricas isosilábicas y el empleo de connotaciones rubenianas.
Tampoco corresponde a la nueva estética el título «Salutación de los nuevos», perteneciente a un poema de Rafael Lasso de la Vega.22 La estructura, el ritmo de los alejandrinos y las recurrencias mitológicas se vinculan con Rubén Darío:
Esta escritura poética de Lasso de la Vega se ajusta a su poética, formulada en septiembre de 1916, e incluso con el poema «Rose des vents», dedicado a Guillaume Apollinaire en 1917. 6. LA REVISTA CERVANTES Y EL ULTRAÍSMO
Guillermo de Torre, sin abandonar las resonancias de la poesía de Juan Ramón, da testimonio del ultraísmo, como «vislumbranza», que avanza ávido frente al «Espíritu hastiado», que abre una nueva ruta:
A comienzos de 1919, se impone la orientación renovadora, promovida por CansinosAsséns. Se incorporan en esta nueva etapa, además de Guillermo de Torre, Gerardo Diego, Eugenio Montes, Adriano del Valle, Pedro Garfias, Isaac del Vando Villar, Xavier Bóveda, Correa Calderón, César A. Comet, Antonio Espina...27 El propio Cansinos manifiesta su voluntad de impulsar las tendencias renovadoras:
La presencia del vanguardismo europeo en las páginas de Cervantes contribuye a la renovación ultraísta. Cansinos es el máximo difusor. Ya en 1916, publica «La novísima literatura francesa, la nueva estética»,29 en donde incluye versiones de textos franceses, con anotaciones bibliográficas. Tiene un interés especial el fragmento de «Comet a dés», de Max Jacob, en el que el autor teoriza sobre el poema y defiende la independencia de la obra de arte. La serie se completa con textos de Reverdy, Apollinaire y Cendrars. Hay que destacar, además, la inclusión del poeta chileno Vicente Huidobro, con un poema anterior a la publicación de Horizon carré. 7. LA PROYECCIÓN ARTÍSTICA Desde 1909, la creación artística peninsular y la recepción de las tendencias plásticas europeas contribuyen a crear un ambiente cultural adecuado para la asimilación de los modelos vanguardistas en la literatura española, aunque la situación sociopolítica de esta fecha es poco propicia para un desarrollo cultural. El embarque de tropas para Melilla y el sacrificio cruento en los combates del Rif, provocan la huelga general, el movimiento revolucionario en Cataluña, la represión y los fusilamientos. La situación conflictiva es poco favorable para el desarrollo de la actividad cultural, hasta el extremo que no se celebra la Exposición Nacional de Bellas Artes.31
De 1908 a 1912, la revista madrileñaPrometeo difunde los postulados del arte nuevo. Al mismo tiempo, el pintor GutiérrezS9lana crea la primera serie de Madrid. Escenas y costumbres, enriquecida con procedimientos expresionistas e ilustrada con vigorosos dibujos de ambiente callejero, mascaradas y esqueletos que nos recuerdan las estremecedoras interpretaciones de Brueghel el Viejo. 8. JOAQUÍN TORRESGARCÍA y RAFAEL BARRADAS EN BARCELONA Los pintores uruguayos Joaquín TorresGarcía y Rafael Barradas se establecen en Barcelona y contribuyen decisivamente a la difusión de nuevas técnicas artísticas en sus exposiciones y sus colaboraciones plásticas en las revistas literarias españolas.
Las colaboraciones artísticas de Barradas se conectan con los dibujantes españoles y los pintores americanos y franceses presentes en los fascículos de la publicación herculina. La representación pictórica de Barradas destacará en la Exposición de Artistas Ibéricos de 1925. La crítica de la época descubre en sus obras el predominio de la sedimentación meditativa sobre la configuración externa de los cuadros referenciales. Juan Gutiérrez Gili nos ofrece esta retórica valoración:
Otro pintor uruguayo, Joaquín TorresGarcía, participa activamente en la revolución pictórica y en la formulación teórica del movimiento pictórico en Cataluña. Nacido en Montevideo, en 1874, se traslada, con su familia, a Mataró. Se forma artísticamente en Barcelona. Colabora con Gaudí en la restauración de algunos monumentos. Pinta grandes mural es. Trabaja en Italia y en París. Participa en exposiciones internacionales. 9. LAS TEORÍAS ARTÍSTICAS DE TORRESGARCÍA En el momento de la expansión de la vanguardia en Barcelona, el pintor TorresGarcía difunde sus textos programáticos. Inicialmente adscrito al mediterraneísmo y vinculado al noucentisme, en 1917 compone una pintura tangible, antirrutinaria, expuesta en las galerías Dalmau, Laietana, La Publicitat y Salón Reig. En este mismo año publica cuatro textos teóricos, en la revista Un enemic del poble.40 Se inicia la serie con los «Consells als artistes», basados en la necesidad de inscribirse en el presente, de ser actual, de seguir la expresión justa en cada momento. Es necesario romper con los círculos fijos, para poder supeditarse al tiempo presente de la creación:
El segundo texto, titulado «D'altra órbita», insiste en la necesidad de evitar el estancamiento. Si todo rueda, el artista no debe quedarse inmóvil:
La dinamicidad se mantiene en «Devem caminar...», con el lema de «siempre adelante». Ciertos principios fijos nos privan de la espontaneidad. En otro momento reconoce el legado de la herencia, pero reacciona, rápidamente, sobre el contenido de su afirmaciones:
Y al final, al rememorar los distintos ismos, resalta que son una muralla, un círculo que limitará la personalidad del artista. Sin embargo, al enumerar los ismos que pueden controlar la sensibilidad artística, incluye entre ellos al cubismo y alfuturismo.
NOTAS 1 Cfr. José Luis ABELLÁN, Historia crítica del pensamiento español, Madrid, EspasaCalpe, 1989 ,V , (11), pp. 4656. 2 ldearium español, en Obras Completas, I, Madrid, Aguilar, 1943, p. 235. 4 Fundada por Juan Ramón Jiménez. Se publicó mensualmente en Madrid, entre 1903 y 1904. 5 Helios, 4VII1903, p. 464. 6 Cfr. Pedro LAÍN ENTRALGO, España como problema, Madrid, Aguilar, 1956. 7 Los estilos poéticos en España desde 1900, Madrid, Gredos, 1973, pp. 171 Y 176184. 8 Compárese parte I, cap. III de este trabajo. 9 Se publica en Madrid en los años 19081912. 10 Cfr. Domingo PANIAGUA, Revistas culturales contemporáneas,I , Madrid, Diana, 1964, pp. 161192. 11 Id., Id., pp. 168169. 13 Prometeo, XIII, 1910. 14 Publicado en Prometeo, XIX, 1910. 15 Prometeo, XIX,1910. 16 Los conceptos utilizados para definir el futurismo, siempre entre exclamaciones, son: insurrección, algarada, Jestejo con música wagneriana, antiuniversitarismo, iconoclastia, pedrada en un ojo de la luna, movimiento sísmico requebrajador, rejón de arador. 17 J. CANO BALLESTA, Literatura y tecnología. Las letras españolas ante la revolución industrial, Madrid, Orígenes, 1981, pp. 119138. 18 Prometeo, Vol., XIX, 1910. 19 Cfr. Domingo PANIAGUA, op. cit., 11, pp. 2231. 21 Los Quijotes, 43, 1OXII1916. 22 Id., 78,»p. 74. 23 Cfr. Domingo PANIAGUA, op. cit., p. 27. 24 Cfr. Domingo PANIAGUA, op. cit., pp. 3134. 25 Id., Id., p. 32. 26 Cervantes, diciembre, 1918. 27 Id., enero, 1919. 28 CANSINOSASSÉNS, en Cervantes, enero, 1919, pp. 5561. 29 Id., Id., p. 58. 30 Para la recepción y difusión de las teorías vanguardistas, Vid. Jaime BRIHUEGA, Manifiestos, proclamas, panfletos y textos doctrinales. Las vanguardias artísticas en España (19101931), Madrid, Ed. Cátedra, 1979. 31 Vid. Manuel TUÑÓN DE LARA, Medio siglo de cultura española (18851936), Madrid, Tecnos, 1977. 32 Horta de San Juan, población tarraconense en la que, en 1908, Picasso pinta paisajes con procedimientos geométricos de inspiración cubista. 33 L'Estaque es una población normanda en la que, en 1908, Braque pinta con técnica cubista. 34 Cfr.: Anthony Leo GEIST, La poética de la generación del 27 y las revistas literarias. De la vanguardia al compromiso, Madrid, Ed. Sudamericana, 1980. J. BRIHUEGA, Manifiestos, proclamas, panfletos y textos doctrinales. Las vanguardias artísticas en España (19091936), Madrid, Cátedra, 1981. 35 Jaime BRIHUEGA, Manifiestos, proclamas, panfletos y textos doctrinales, ed. cit., p. 322. 36 Cfr. Ramón GÓMEZ DE LA SERNA, La sagrada cripta de Pombo, Madrid, Ed. Sudamericana, 1918, 2 Vols. y Pombo. Biografía del célebre Café y de otros cafés famosos, Barcelona, Ed. Juventud, 1960. 37 Publicada en 1917. 38 Vid. Manuel ABRIL, «Barradas el uruguayo», Alfar, 49, abril, 1925, pp. 410414. 39 «Maese Dalmao y Barradas el uruguayo», Alfar, 57, 1926, pp. 395401l. 40 Vid. parte IV, cap. IV. 41 Cfr. Joaquín TORRES GARCÍA, Escrits sobre art, Barcelona, Fratbona, 1980. 42 Id., Id., p. 53. 43 Id., Id., pp. 9199. |