INTRODUCCIÓN
El sistema educativo, centra su acción en la transmisión de saberes culturales, socialmente aceptados de acuerdo a la época y al contexto en que está inserta y ha transitado por la concepción de un alumno pasivo en su aprender, un mero receptor, un individuo sin cualidades innatas, a un individuo con unidad biopsicosocial, cuyos conocimientos y habilidades son fruto del aprendizaje, a través de sus experiencias y sus percepciones sensoriales (Cabalín Silva et al., 2010).
Uno de los cambios más connotados en la Educación actual es el uso de Tecnologías de Innovación de la Información y la Comunicación (TIC´s). Una de estas tecnologías es el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), cuya metodología de enseñanza se basa en el desarrollo de competencias y habilidades cognoscitivas y de integración entre los miembros de equipos de trabajo en el aula. Ferro Soto et al. (2009) le confieren un rol decisivo en los procesos cognitivos en la Educación Superior.
Tradicionalmente en la Educación Superior, los alumnos aprenden tomando nota de lo expuesto por el docente, para después retener lo estudiado y responder a una prueba o control. Actualmente tiene como objetivo desarrollar competencias profesionales y capacidades para el aprendizaje autónomo, una educación centrada en el estudiante y basada en aprendizajes activos (Arpí Miró et al., 2012; Ministerio de Educación, 2018).
El paso de los estudiantes por la Educación Superior es un proceso complejo, no es un camino natural, las estrategias que le fueron útiles en otros niveles se deben modificar y adaptar a las nuevas realidades, para adquirir nuevas conductas y prácticas educativas, una tarea difícil de interiorizar. El Centro Interuniversitario de Desarrollo (Centro Interuniversitario de Desarrollo, 2010), plantea que las instituciones de educación superior deberían considerar estos factores de cambios, con lo cual se evitaría la deserción temprana en los estudiantes de primer año. Vélez van Meerbeke & Roa González (2005), en un estudio en universitarios argentinos, indican que un 30 % de los alumnos que ingresan a carreras de la salud no logran superar el primer año por bajo rendimiento académico en las asignaturas morfo-biológicas.
En la Universidad de Tarapacá (Arica-Chile), los resultados de efectividad académica, para las asignaturas de naturaleza crítica presentan altos porcentajes de reprobación, con promedios de un 20 % de no retención estudiantil. En el área de las ciencias morfológicas, la asignatura de Biología definida como indispensable en el desarrollo curricular de disciplinas preclínicas y clínicas en estudiantes de Carreras de la Salud, estos porcentajes de no retención, alcanzan valores de entre 20 % y 40 % (Zúñiga et al, 2009; Field et al., 2017). Por las exigencias del Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad en Educación Superior y la Acreditación de Carreras (Ley N° 20.129, 2006), se inicia en el año 2012 un Sistema de Dirección Estratégica (SDE), 2011-2017 (Fleet & Rodríguez-Ponce, 2011; Universidad de Tarapacá, 2012), que plantea mejorar el rendimiento académico, mejorando las tasas de deserción estudiantil, donde el aprendizaje se centra en el alumno, respetando su entorno, su vivencia. Según estos principios institucionales se desarrollan metodología activas de aprendizajes.
El aprendizaje basado en problemas es una metodología de aprendizaje inductivo donde el estudiante se convierte en el protagonista de su propio aprendizajey el docente modifica su rol de transmisor de la información a facilitador del proceso (Gil-Galván, 2018; Cabello Fernández et al., 2018). Esta metodología fue desarrollada con el objetivo de mejorar la calidad de la educación en términos generales y especialmente en el área médica, cambiando la orientación de un currículum basado en una colección de temas y exposiciones del docente, a uno más integrado y organizado en problemas de la vida real, donde confluyen las diferentes áreas del conocimiento que se ponen en juego para dar solución al problema (Vera Carrasco, 2016).
De acuerdo a la diagnosis del rendimiento académico de estudiantes, que cursan asignaturas de las ciencias morfológicas en los primeros años de las Carreras de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tarapacá, se planteó determinar el impacto de la metodología activa participativa de aprendizaje basado en problemas (ABP), como una alternativa para mejorar el rendimiento académico de estos estudiantes.
MATERIAL Y MÉTODO
Esta investigación es de tipo cuasi experimental, con grupos de trabajo conformados en forma preestablecida. El ámbito y tiempo social de la investigación donde se aplicó el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), fue la Universidad de Tarapacá y se centró en la Facultad de Ciencias de la Salud. Obtenidos los permisos correspondientes de la Dirección de la Facultad de Ciencias de la Salud, se procedió a socializar con los estudiantes de la manera como serían evaluados durante el semestre y la modalidad de las sesiones de clases.
El universo de estudio corresponde a 500 alumnos que ingresaron a primer semestre del año lectivo 2018 y que cursaron la asignatura de Biología Humana. La muestra se conformó con 100 estudiantes que ingresaron a primer año de las Carreras de Obstetricia y de la Carrera de Kinesiología. Luego de firmar los consentimientos informados respectivos, se procedió conformar los grupos de trabajo, Grupo control se conformó con estudiantes de Obstetricia (n=50) y el grupo experimental o intervenido con metodología ABP, con estudiantes de Kinesiología (n=50). Los protocolos de trabajo fueron aprobados por el Comité Ético Científico de la Universidad de Tarapacá (Acreditado).
Metodología de Trabajo. Considerando que todos los participantes provienen de enseñanza media, se aplicó una prueba diagnóstica para determinar el perfil de ingreso de conocimientos de los conceptos morfo-biológicos. Posteriormente en forma aleatoria se determinó como grupo control a los estudiantes de la carrera de Obstetricia (sin intervención), con el cual se procedió a trabajar según la forma tradicional de clases expositivas con apoyo de material audio visual. La carrera de Kinesiología fue seleccionada como grupo al cual se aplicó la metodología de ABP (grupo con intervención).
El rendimiento académico en el grupo sin intervención, se midió a través de tres evaluaciones, elaboradas por pruebas de selección múltiple de 32 preguntas (1 punto cada respuesta correcta). Cada evaluación, según los contenidos de cada unidad de la asignatura.
En el grupo con intervención (kinesiología) la metodología de trabajo fue diseñada en base a talleres grupales, asesorado y dirigido por el profesor tutor. Se evaluó la comprensión lectora donde se plantearon situaciones problemas, que los alumnos debían resolver. Los estudiantes se organizaron y se asignaron roles, nombrando un presidente, quien centró la acción educativa, un secretario que tomó apuntes, un controlador del tiempo de trabajo que midió el avance del aprendizaje según tiempos asignados. En las sesiones los estudiantes socializaron los avances de la información bajo la supervisión del tutor, quien armonizó y ayudó a elaborar la entrega final del cuestionario, el cual fue evaluado en exposiciones individuales y grupales (Jofré & Contreras, 2013; Hincapie Parra et al., 2018). Para ambos grupos el tiempo de trabajo correspondió a un semestre lectivo de 24 semanas curriculares. Marzo-julio 2018.
Análisis estadístico. Los datos obtenidos fueron analizados en estadístico IBM SPSS para tendencia central, dispersión, conteos y porcentajes. A fin de demostrar la significancia de la media de ambos grupos se utilizó el Test de student con una significancia de p< 0,05.
RESULTADOS
La Tabla I muestra el nivel de dominio en los conceptos biológicos, según la prueba diagnóstica, con porcentajes de insuficiente para los estudiantes de Obstetricia de un 36 % y un 46 % para los estudiantes de Kinesiología.
La Tabla II muestra el rendimiento académico de los estudiantes de obstetricia (sin intervención), durante el período de desarrollo (24 semanas). Se observa un nivel de aprobación (suficiente, bueno, muy bueno) de un 80 % y de un 20 % de nivel insuficiente.
En la Tabla III se muestra el rendimiento académico durante las respectivas evaluaciones para los alumnos de kinesiología (con intervención de ABP), con un nivel de aprobación de un 98 % y un 2 % de nivel insuficiente.
En la Tabla IV muestra la comparación en los rendimientos académicos entre los dos grupos de estudios. Se observa que los estudiantes con ABP muestran un aumento significativo en el rendimiento académico al final de la intervención educativa, respecto al grupo control sin ABP. Con notas finales para el grupo intervenido de 5,9 y en el grupo control de 4,8 (p<0,05).
La Tabla V muestra los resultados finales de aprobación y reprobación entre ambos grupos. El grupo intervenido muestra un aumento significativo en los niveles de aprobación respecto al grupo control con un 98 % de aprobación en comparación al grupo control que alcanzó un 84 % de aprobación (p<0,05).
Tabla I Evaluaciones obtenidas en la prueba diagnóstica en los grupo control y grupo experimental, con ABP.

Tabla II Evaluaciones obtenidas durante el proceso curricular al grupo sin intervención o control (Obstetricia).

Tabla III Resultados de las evaluaciones durante el proceso al grupo con intervención de ABP (Kinesiología).

Tabla IV Evaluaciones académicas de los estudiantes entre ambos grupos de estudios, durante y al finalizar el estudio. Grupo Control 4,8; grupo Intervenido 5,9 (p<0,05).

DISCUSIÓN
Estudios realizados por Cabello Fernández et al., determinan que los estudiantes universitarios dan valor a las actividades asociadas al aula, resaltando la importancia que tiene el docente en el proceso de enseñanza aprendizaje. Un estudio realizado por Vélez van Meerbeke & Roa González, determina que un 30 % de los alumnos que ingresan a carreras de la salud no logran superar el primer año por bajo rendimiento académico, en las asignaturas morfo-biológicas, estos resultados son similares a lo observado históricamente en las carreras de salud en la Universidad de Tarapacá (Fleet & Rodríguez-Ponce; Ortega Cortez & Valderrama Pérez, 2018). Grob et al. (2020), en un estudio sobre rendimiento académico en estudiantes chilenos de odontología, determinan el gran valor de las ciencias básicas morfológicas en el desarrollo y predicción profesional y concluyen sobre la importancia de justificar la identificación oportuna y apoyo para aquellos estudiantes que estén experimentando dificultades de aprendizaje en estas asignaturas.
Santiveri Morata et al. (2011) determinan que el aprendizaje colaborativo, ha mostrado ser de gran utilidad para el logro de los objetivos educativos. Martín Espinosa et al. (2012) determinan que el uso del ABP, permite el logro de competencias generales y específicas en la Educación Superior. Pantoja Castro & Covarrubias Papahiu (2013), postulan que el ABP es una estrategia que permite que los estudiantes puedan trabajar con temas que le son complejos y que requieren abstracción para poder comprenderlos, mejorando la comprensión y construcción del conocimiento.
Los resultados obtenidos en este estudio muestran que los estudiantes del grupo con intervención de ABP, lograron un mejor el rendimiento académico respecto a los estudiantes del grupo no intervenido, lo cual es similar a los observado por Sandoval (2011) e Hincapie Parra et al., en estudiantes colombianos de medicina. González Hernando (2013) determina que esta metodología docente permite mejorar el aprendizaje auto dirigido en los estudiantes de enfermería españoles. Valdez et al. (2018) indican que la metodología del ABP es un método progresista e innovador que contribuye a mejorar el rendimiento académico estudiantil. Cortina Navarro et al. (2015), en estudiantes cubanos, destacan el uso del Aprendizaje Basado en Problemas, como una metodología de aprendizaje que favorece la construcción de conocimiento a través de la resolución de problemas o acciones reales.
El uso de estas estrategias didácticas por parte de los docentes pueden ser consideradas valiosas herramientas para transformar la docencia y el proceso de enseñanza-aprendizaje en las asignaturas críticas de la educación superior (Silva Quiroz & Maturana Castillo, 2017). Sin embargo a pesar de lo exitoso que puedan considerarse estas metodología activas, pocos autores consideran el impacto del cambio en el propio estudiante participante, como lo declaran Cabello Fernández et al., quienes proponen integrar efectivamente al alumno con motivación apropiada, aspectos que se deberían consideraren futuros estudios de implementación de modelos educativos, incorporando mediciones de satisfacción o de comportamiento psicológico en los estudiantes de manera de crear vínculos de empatía entre educador/investigador y estudiantes voluntarios participantes.
CONCLUSIONES
Se concluye que el uso de esta metodología activa (ABP), mejora significativamente el rendimiento académico de los estudiantes universitarios que cursan asignaturas morfo-biológicas en carreras de la Salud. Las actividades con participación directa a través de cuestionarios y exposiciones de trabajos permiten que el alumno sea su propio agente de cambio en los procesos formativos evaluativos. Se sugiere implementar este tipo de metodologías activas en los cursos regulares considerando además, los factores psicológicos del aprendizaje.