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Revista chilena de neuro-psiquiatría
On-line version ISSN 0717-9227
Rev. chil. neuro-psiquiatr. vol.43 no.4 Santiago Dec. 2005
http://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272005000400001
Rev Chil Neuro-Psiquiat 2005; 43(4): 269-273 EDITORIAL
Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría: Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría: Stop, Look, Listen, Reflect, and then Decide
This journal is 58 years old with a publishing identity, style, and quality that has been increasingly recognized throughout Latin America and is indexed in Lilacs, Scielo, and Latindex. Our journal has applied for indexation in the Index Medicus of the USA National Library of Medicine, but unfortunately it has been not selected. Sociedad de Neurología Psiquatría y Neurocirugía (Sonepsyn) and Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría should use this answer as an opportunity to consider deeply the journal we have, the one we want, and need, and then to decide whether to continue with the attempt to be indexed and if we are indeed in a position to reach this goal. If we should choose to reapply for indexation in Index Medicus, this will require backing in terms of financing and policy, prioritization and dedication from the next Sonepsyn Board of Directors, professionalization of the publishing committee and of the support team: secretary, abstract translator, proofreader, web page handler, medical illustration specialist, and above all, the contributions from researchers and authors to publish their best papers with us and to cite regularly the papers published in this journal. If we choose not to make indexation in the Index Medicus a primary goal, we need to move into a more pragmatic view in deciding what kind of journal we want and need, one that is not necessarily less responsible, transcendental, or useful.
Key word: indexation, Index Medicus, editorial policy Palabras clave: Indexación, Index Medicus, política editorial. A casi seis décadas de su fundación rendimos un homenaje a todos los equipos que han participado en el trabajo editorial de esta revista en los roles de autores, revisores, editores y equipos de apoyo. La historia En mayo de 1947, un equipo editorial liderado por el Dr. Isaac Horvitz (Hospital Psiquiátrico) con la colaboración de los Drs. Jorge Álvarez (Neurología del Hospital del Salvador), Juan Garafulic (Neuro-psiquiatría infantil del Hospital Manuel Arriarán), Héctor Valladares (Instituto de Neurocirugía) y Rodolfo Núñez (Clínica Neurológica Universitaria), dio vida al primer número de la Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría. Este número contenía esencialmente las presentaciones de las Terceras Jornadas Nacionales de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (SONEPSYN). El objetivo de la revista, expuesto en su primer editorial consideraba: "Si bien estas páginas han de servir de archivo de las actividades de la institución que las dirige, aspiran a estimular y fomentar la investigación científica de la neurología, psiquiatría, neurocirugía, medicina legal y disciplinas afines" "deseamos que nuestra revista sirva para la información de los trabajos relacionados con las instituciones que se preocupan de la asistencia, prevención, higiene y servicio social de los enfermos que corresponden a la especialidades anotadas más arriba ."(1). Durante la primera década la Revista fundamentalmente archivaba los trabajos presentados en las jornadas nacionales anuales y en las dos sesiones científicas mensuales que organizaba regularmente SONEPSYN. Este valioso archivo hoy nos permite conocer del pensamiento médico de distinguidos colegas como: Lea-Plaza, Núñez, Roa, Asenjo, Horvitz, Contreras, Uiberall, Valladares, Matte-Blanco, Vila, Mujica, Beca, Téllez, Oyarzún, y Acevedo, mencionando sólo los autores pioneros, entre tantas figuras destacadas que han escrito en estas décadas. Entre su origen y 1962, la revista sufrió diversos avatares que alteraron la continuidad y oportunidad de aparición de la revista, siendo el financiamiento el problema fundamental. Esto explica la diferencia entre los años trascurridos desde la fundación y el número de volúmenes. En la década de los sesenta aparecieron dos nuevas secciones: crónica y referencias bibliográficas. Ha inicios de la década de los setenta, la revista comenzó a incorporar en forma regular artículos y revisiones escritos expresamente para publicarse en esta y no necesariamente presentados en sesiones o jornadas de la sociedad. En el mismo periodo, se incorporan con frecuencia traducciones de conferencias de prestigiados profesores alemanes. Dos editores, con gestiones de más de una década en ambos casos, consolidaron la identidad, continuidad y desarrollo de la revista, los Drs. Rafael Parada 1967-1980 y Otto Dörr 1981-1993. En los 1990, se retomó la continuidad de la sección editorial y se incorporan las cartas al editor. Dentro de la política editorial se crea el cargo de subdirector, estableciendo que sería este quien sucedería al director luego de tres años de funciones(2). Esto se cumplió sólo en una oportunidad, ya que los dos directores siguientes los Drs. César Ojeda y Fredy Holzer, renunciaron a dos años de gestión al asumir como presidentes de la SONEPSYN. Posteriormente ocurrió un cambio de organización del comité editorial, el Director pasó a llamarse Editor y la figura de subdirector, fue reemplazada entonces por tres editores asociados uno por cada especialidad y un comité editorial. Para la sucesión de la dirección editorial, se planteó considerar el principio de alternancia establecido en SONEPSYN para los otros cargos directivos, entre Psiquiatría y Neurología-Neurocirugía. En 1996, se incorporó con regularidad la modalidad de selección de artículos mediante revisión por árbitros pares, externos al comité editorial, seleccionados ad-hoc para cada artículo según su autoridad en el tema respectiva(3). Entre 1998 a 2002, el Dr. Hernán Silva lideró un proceso de ordenamiento editorial, definiendo las secciones, trasparentando la gestión de artículos en su aprobación, y orientando el formato hacia los recientes estándares internacionales que comenzaron ha configurarse luego de la fundación de la World Association of Medical Editors en 1995, especialmente en cuanto a la citación de referencias, según las normas denominadas de Vancouver. (http://www.wame.org/joinwame.htm)(4-7). Momento actual El actual comité editorial cumple 3 años en esta responsabilidad. Al invitarme a asumir como editor, el directorio de SONEPSYN retomó la tradición de seleccionar al editor entre quienes tenían experiencia editorial desarrollada en la misma revista, en mi caso primero como miembro del comité editorial entre 1994 y 1997 y a continuación como Editor asociado de Neurología entre 1998 y 2002. Como equipo editorial, hemos realizado nuestros mejores esfuerzos, para mantener no sólo vigente esta compleja herramienta multipropósito, sino también para imprimirle un fuerte impulso de desarrollo y mejoría continua. Agradezco la compañía, disposición y trabajo de los editores asociados Drs: Gustavo Figueroa, Jaime Godoy y Patricio Tagle y de los miembros del comité editorial: Drs: Marcelo Butron, Andrés Heerlein, Fernando Ivanovic-Zuvic, Rodrigo Salinas, Jorge Sánchez-Vega y José Miguel Selman. Como equipo reconocemos y valoramos las diversas funciones potenciales de la revista. Por un lado, es un espacio de interacción, que posibilita tanto la transmisión de conocimiento, experiencia, análisis y dudas sobre temas de nuestras especialidades. Por otro lado, proporciona una plataforma para el desarrollo, crecimiento y entrenamiento de profesionales, investigadores y docentes, en la capacidad de comunicar su trabajo y pensamiento(8). En forma adicional, la revista sigue contribuyendo al registro histórico de una modalidad de expresión del trabajo y reflexión del conocimiento, que conjuga la autoridad temática con la responsabilidad de exponerse al escrutinio de lectores pares, sin pánico del error y trascendiendo el ámbito de acotados auditorios. En cuanto al desarrollo propio de la revista, hemos realizado diversos esfuerzos que han buscado sinérgicamente mejorar la calidad y difusión de este medio. Respecto de la calidad, hemos avanzado en lo editorial y en lo temático. En lo editorial, tanto el comité como los revisores árbitros, han equilibrado una actitud de empatía, compañía, formación y estímulo en la revisión de artículos y la siguiente construcción de mejores versiones para su publicación, con la consistencia y coherencia de una crítica firme pero constructiva garante de un nivel apropiado para las publicaciones aceptadas. En lo temático hemos acogido con especial interés temas donde nuestra particularidad socio cultural determina un rol indelegable para el autor nacional como son ética, educación médica y práctica profesional. Hemos creado secciones para el comentario de expertos de publicaciones con avances clínicos(9). Del mismo modo hemos buscado la participación de investigadores del ámbito de la neurociencia, para solicitarles que nos expongan su trabajo directo y nos realicen "traducciones" de algunos avances de las neurociencias básicas, cuyo lenguaje de sustento y explicación del método, a veces supera en complejidad, a los conceptos mismos que alude. En este número, saludamos con los mejores deseos a la presentación de la naciente sociedad chilena de neurociencia que realiza su presidenta a través de una carta al editor(10) y acogemos algunos artículos de autores que exploraran la potencial trascendencia clínica de algunos avances de la neurociencia. Cuando asumimos la responsabilidad editorial, con la orientación de mejorar la difusión de la revista, explicitamos nuestra posición respecto de intentar indexar nuestra revista en las bases Science Citaxion Index (SCI) e Index Medicus (IM). Planteamos entonces, que se trataba de una tarea de largo plazo, muy compleja, de gran envergadura en el límite de las posibilidades de un equipo editorial no profesional(8). Con esa mirada realista de lo que significa indexarse en IM, iniciamos un metódico proceso de normalizar completamente la estructura editorial de la revista, acorde a los estándares internacionales, así como regularizar la oportunidad de aparición de cada número, lo que nos llevo dos años. En la normalización trabajamos los cuatro ejes y 33 características consideradas como fundamentales por los mencionados estándares: características básicas, de presentación, de gestión y política editorial y de contenidos. A raíz de este trabajo, se generaron diversas iniciativas y procesos, dentro de los que destacamos por su trascendencia, la reflexión y enculturación del tema del conflicto de intereses, además de incorporar formalmente como exigencia a los autores, una declaración de conflicto de intereses(11). En la búsqueda de profesionalizar una parte de los equipos de apoyo, durante el 2004 hemos incorporado al equipo a la Sra. María Cristina Illanes, en el área de captación de avisos, diagramación y producción gráfica. Una vez logradas las tareas mencionadas, asumimos con algunas reservas, que era el momento de intentar indexar en el IM, iniciando el laborioso proceso de preparación del expediente de postulación ante el comité ad-hoc de la National Library of Medicine. Nuestras reservas aludían a condiciones menos dependientes del trabajo de nuestro equipo en el corto plazo. Por un lado, es conocida la significativa predilección del IM por las publicaciones escritas en ingles, originadas en Norteamérica, Europa y Japón, determinando una mínima representación de revistas originadas en Latinoamérica, la que bordea solo el 1,9%, del material indexado, con un gran predominio de publicaciones de México, Brasil y Argentina en este pequeño grupo. Por eso rendimos un sentido homenaje, a las tres revistas chilenas biomédicas, de publicación impresa actualmente indexadas: Revista Médica de Chile, Biological Research y desde este año la Revista Chilena de Infectología. En segundo lugar, no hemos logrado cambiar la cultura, método y estilo de los autores nacionales relacionados a nuestra temática, por omitir citar nuestros artículos cuando realizan publicaciones en revistas indexadas en IM. Esta condición y su traducción en el Factor de Impacto, término siendo determinante en el resultado final de la evaluación de nuestra revista para su indexación. Al iniciar este proceso de indexación estábamos concientes que cualquiera fuese el resultado de la postulación, este nos llevaría a considerar cambios en los modos de trabajo o en los objetivo de la revista. Si la respuesta hubiese sido positiva la opción natural era profesionalizar el equipo de edición, para poder dar cuenta de la gran responsabilidad y trabajo que significa entrar al más exclusivo club de las publicaciones mundiales. El profesionalizar un equipo editorial, aparece en nuestro medio más ligado a un concepto que a un significado explícito. Por eso nos parecen orientadores los planteamientos realizados por un grupo de editores el marco del VI Simposio para Editores de Revistas Científicas Chilenas Área de Salud(12). Ante una respuesta negativa, como ha ocurrido, el escenario natural pasa por una necesaria reflexión del directorio y comunidad de Sonepsyn, que asuma definitivamente que para la indexación en IM y SCI, el desarrollo natural de esta revista, en su actual modelo editorial y organizacional es insuficiente. Por lo tanto, si se mantuviera la expectativa de indexar en IM y SCI se deberán realizar cambios a nivel de gestión, equipo editorial y compromiso societario explícitamente dirigidos con ese objetivo. No obstante, antes de direccionarnos en tal sentido se hace imprescindible un profundo proceso reflexivo sobre la revista que tenemos, queremos y necesitamos. Redefiniendo visión, misión y modelo Como insumos de reflexión me parece relevante destacar dos aspectos positivos y una llamada de atención. Primero, debemos reconocer de nuestra revista el merito de la fundación hace 58 años, la continuidad de publicación desde 1962 y el logro de una identidad o estilo editorial, que constituye un preciado y singular valor. Segundo, las indexaciones en Lilacs, Scielo y Latindex son "signos" de reconocimiento nacional y regional latinoamericano de la revista. Según datos de Fondecyt, sólo un 5% de las revistas científico-técnicas del país ha logrado calificar para indexarse en la base regional Scielo(13). En cuanto al signo de alerta, en el último tiempo a nivel nacional han aparecido varias nuevas revistas en el área de la psiquiatría. Esta situación podría deberse a necesidades creativas naturales generadas en una nueva masa crítica de autores y lectores o en proyectos de desarrollo de identidad institucional. Sin embargo, también podría tener origen en necesidades insatisfechas por el modelo de esta revista o la eventual e inadvertida postergación de algunos temas. Por eso el actual momento debería considerarse como una oportunidad refundacional, si la opción fuese volver a intentar indexar en IM y SCI se requiere de un respaldo financiero y político, prioritario y perseverante de los próximos directorios de Sonepsyn, profesionalización del comité editorial y del equipo de apoyo: secretaria, traductor de resúmenes, corrector de idioma, manejador de pagina web, especialista en ilustración médica y en forma especial e imprescindible del aporte de investigadores y autores para publicar sus mejores trabajos con nosotros y a citar metódicamente los trabajos de esta la revista. Si nuestra opción fuese no buscar la indexación en IM y SCI como propósito central, deberá definirse que revista queremos y necesitamos, en una mirada más pragmática, lo que no necesariamente es menos responsable ni trascendente. En concordancia con lo expresado e independiente de la opción de revista que los socios y directivos de Sonepsyn elijan, la nueva visión y tarea requieren de un conductor y equipo, que hagan propio el desafío y se identifiquen con el proyecto y condiciones de trabajo asociadas a este. En este momento, de implícita despedida como editor, agradezco a los directivos de Sonepsyn, a los lectores, autores, revisores y muy especialmente a los miembros del comité editorial y editores asociados, por su confianza, compañía y dedicado trabajo en esta compleja tarea y hermosa tradición.
Jorge Nogales-Gaete
Referencias 1. Editorial. Rev Chil Neuro-Psiquiat. 1947; 1: 5-6. 2. Dörr O. Editorial, Rev Chil Neuro-Psiquiat. 1991; 29: 3. 3. Figueroa G. A la altura de los Tiempos (Editorial). Rev Chilena Neuro-Psiquiat. 1996; 34: 127-129. 4. Silva H. Tradición y renovación de la Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría (Editorial) Rev Chilena Neuro-Psiquiat. 1998; 36: 7-9. 5. Silva H. Renovación de la línea editorial (Editorial). Rev Chilena Neuro-Psiquiat. 1998; 36: 91-92. 6. Silva H. Características de los artículos enviados a la Revista (Editorial). Rev Chilena Neuro-Psiquiat. 1999; 37: 199-200. 7. Silva H. Sobre el proceso de revisión de los trabajos enviados para la publicación (Editorial). Rev Chilena Neuro-Psiquiat. 2001; 39: 181-182. 8. Nogales-Gaete J. Opciones editoriales para una revista de neuro-psiquiatría clínica, en Chile (Editorial). Rev Chil Neuro-Psiquiat. 2003; 41: 6-10. 9. Nogales-Gaete J. El club del artículo: revalorizando la visita guiada a un artículo biomédico (Editorial). Rev Chil Neuro-Psiquiat. 2003; 41: 249-252. 10. Von Bernhardi R. Creación de la Sociedad Chilena de Neurociencia (Carta al editor). Rev Chil Neuro-Psiquiat. 2005; 42: 351-353. 11. Nogales-Gaete J, Tagle P, Godoy J, Herlein A, Sánchez-Vega J, Ivanovic-Zuvic F, Selman JM, Salinas R. Conflicto de interés: una reflexion impostergable. Panel del comité editorial: Panel. Rev Chil Neuro-Psiquiat. 2004; 42: 9-21. 12. Nogales-Gaete J. Profesionalización e independencia del cuerpo editorial de las revistas científicas. Rev Chil Neuro-Psiquiat. 2005; 42: 342-343. 13. Prat AM. Presentación inagural en VI Simposio para Editores de Revistas Científicas Chilenas Área de Salud, Santiago 2005. |