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Revista chilena de obstetricia y ginecología
versión impresa ISSN 0048-766Xversión On-line ISSN 0717-7526
Rev. chil. obstet. ginecol. v.67 n.4 Santiago 2002
http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75262002000400016
Crónica
FIGO
Dos aspectos que leí recientemente me han impactado y deseo transmitirlos en este mensaje.
El primero se refiere a la Obstetricia y menciona que "cada operación cesárea cuesta (670 libras esterlinas) más que un parto vaginal y que el aumento de su incidencia en un 1% significa en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido un gasto de 5 millones de libras esterlinas al año.
El segundo análisis se refiere a Ginecología y menciona que el cambio del 10% de las histerectomías abdominales a vaginales, significa en los Estados Unidos un ahorro de 7,5 millones de dólares al año en costo solamente del Hospital. Es probable que esto no signifique un gran ahorro para Estados Unidos, pero para el resto de las naciones, hace una gran diferencia.
Específicamente elegí estas dos intervenciones, porque son las operaciones mayores más comúnmente realizadas en Obstetricia y Ginecología.
El artículo 2 de la constitución de la FIGO establece "la misión de la Federación, es mejorar la práctica obstétrica-ginecológica y establecer cercanas relaciones con los gobiernos para lograr sus objetivos".
Si apoyamos la constitución de la FIGO, para mejorar la práctica Obstétrica-Ginecológica, será de inmensa ayuda para muchos países, particularmente los de menor desarrollo.
La Organización Mundial de la Salud recomienda como incidencia de cesárea entre un 5 y un 15%. Profundamente estamos conscientes que es correcto y apropiado y lo que no es. Lamentablemente la baja tasas de cesáreas en regiones que carecen de Obstetras, es también inaceptable como la alta tasa en otros lugares y debe preocuparnos. Es desconsolante para cualquier obstetra, cuando en su país existe una alta tasa de cesáreas en contraste con otras naciones que tienen porcentajes menores sin comprometer la morbimortalidad materna y perinatal.
Es indispensable cambiar nuestra mentalidad y reducir las tasas de cesáreas y bajar los índices de histerectomías abdominales.
La medicina basada en evidencias sugiere claramente que en los países desarrollados, se está intentando esto, no sólo por razones económicas, sino en el mejor interés de las pacientes. ¿Cómo podemos los obstetras y ginecólogos ayudar?
Esto es un desafío para nosotros y podemos jugar un rol para cambiar el escenario.
¿Cómo podemos alcanzar esto? Debemos convencernos, que es una buena práctica lograr esto y realizarlo por convicción. Si no, otras fuerzas pueden influenciar y lograr estos cambios.
Aquellos que manejan influencias en la sociedad, como los abogados, Ministros de Gobierno, Organizaciones respetables, NGOS, WHO, Asesores Médicos, la Prensa, las Sociedades Obstétricas Ginecológicas, las uniones de mujeres y nuestros pacientes pueden todos ser instrumentos de estos cambios requeridos. En particular la prensa puede jugar un rol importante para cambiar el enfoque de pensamiento en pacientes y ginecólogos. Es vital trabajar con todos estos grupos para alcanzar estos propósitos. Existen varias áreas donde tenemos directo control y podemos hacer la diferencia si tomamos este desafío. Quizás para algunos esto es un premio, sirve como incentivo. ¿No es la mejoría de la práctica de Obstetricia Ginecológica un premio?, ¿no es seguir la misión de la FIGO un premio? ¿Acaso el progreso de la economía nacional no es suficiente como premio?
Estos galardones benefician a toda la sociedad, más bien que a un individuo. Estos son reconocimientos que ninguna cantidad de dinero puede comprar.
Lo que es mejor para los pacientes y su nación, es también lo mejor para los médicos. Los obstetras ginecólogos tienen también la oportunidad de servir a su país y a sus pacientes con su "expertise". Como dice Robert Ingersol "la manos que ayudan son más sagradas que los labios que rezan" y las cesáreas e histerectomías clásicamente dependen de las manos.
Permítanos entregarnos con bondad a esos millones que han puesto su fe en nosotros.
Shirish Sheth
Presidente FIGO