INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas se ha evidenciado un creciente aumento en la prevalencia de enfermedades metabólicas1; enfermedades como la obesidad, la diabetes y la enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA) son un actual problema de salud pública a nivel mundial2,3,4. En América Latina y el Caribe, la prevalente obesidad en la población, el consumo de dietas altas en carbohidratos y los bajos niveles de actividad física, son los causantes de la epidemia de dichas enfermedades en la región5.
La esteatosis hepática no alcohólica es una condición metabólica crónica caracterizada por la acumulación de ácidos grasos y de triglicéridos en el citoplasma de los hepatocitos6 y es considerada la etapa inicial de la EHGNA7 que se ha convertido en una de las principales causas de la cirrosis hepática y el cáncer de hígado3.
Las enfermedades metabólicas han sido tratadas durante años, mediante el uso de fármacos como las estatinas, que en su mayoría, presentan limitaciones, particularmente por sus efectos adversos, lo que incentiva la búsqueda de componentes de origen natural3. Actualmente, para EHGNA no se cuenta con un tratamiento específico y aprobado por las agencias regulatorias, por lo que suele tratarse con medidas higiénico-dietéticas como dieta y ejercicio8. Los avances en la ciencia han permitido identificar componentes de los alimentos que podrían contribuir al tratamiento de EHGNA, entre ellos se encuentran los β-glucanos, polímeros de glucosa9 que actúan en el organismo como fibra intestinal, ayudando a disminuir los altos niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre en periodos más rápidos que otros tipos de fibra dietética y sin causar efectos adversos o daños a la salud10, ratificado por múltiples estudios que contribuyen al tratamiento de EHGNA10,11.
Este ensayo tiene como objetivo resaltar la evidencia científica sobre el efecto de los β-glucanos en la reducción lipídica corporal y como parte del tratamiento de la enfermedad de hígado graso no-alcohólica en la etapa inicial de la esteatosis hepática.
METODOLOGÍA
Para la revisión de literatura se realizó una búsqueda de artículos científicos en su mayoría con menos de 10 años de publicación, escritos en inglés o español, con la combinación de las siguientes palabras clave: esteatosis hepática no alcohólica o hígado graso no alcohólico (HGNA), enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), β-glucanos, reducción de lípidos, colesterol, triglicéridos y grasa hepática. En esta revisión se incluyeron aquellos estudios sobre generalidades e importancia de la EHGNA y el efecto de los β-glucanos en su tratamiento. Se utilizaron las bases de datos: Pubmed, Springer, Scielo, Science-Direct, PMC, Wiley Online Library, AGORA y Elsevier, con la finalidad de obtener información confiable y de alto valor científico. Se encontraron un total de 404 artículos, de los que al final se seleccionaron 55 que se relacionaban con la EHGNA, entre los cuales 28 tratan sobre los β-glucanos.
La mayoría de los artículos sobre β-glucanos seleccionados realizaron sus estudios en ratas y ratones que fueron utilizados como modelos experimentales. Por lo tanto, para establecer la dosis de β-glucanos que mejores resultados presentó en la reducción de lípidos, en su dosis equivalente para humanos adultos, se utilizó la fórmula referida por Nair et al.12.
Donde NOAEL significa nivel o dosis de tratamiento utilizado sin efectos adversos observados y 0,67 representa la diferencia que existe para la tasa metabólica, en la conversión de las dosis entre animales y humanos12. Se utilizó el peso promedio en ratones el cual corresponde a 0,040 kg y el peso corporal humano de referencia el cual es de 60 kg12.
Enfermedad del hígado graso (EHGNA)
En los últimos años, la EHGNA se ha convertido en la enfermedad hepática crónica más prevalente en el mundo, con población adulta afectada en aproximadamente 25 al 30%13. Las poblaciones con obesidad, diabetes, síndrome metabólico y sobrepeso, son consideradas de alto riesgo a padecer esta enfermedad, presentando prevalencias de 60 a 80%6.
En América Latina, específicamente en los países sudamericanos, existe una prevalencia de EHGNA del 31%, con mayor prevalencia en Brasil (35,2%), Chile (23%), y Colombia (26,6%), sin embargo, estos datos fueron reportados hace aproximadamente 10 años y no se disponen de informes actuales sobre EHGNA en Latinoamérica14. Según los datos obtenidos en un estudio del año 2017, el EHGNA causa entre el 16 y 23% de las muertes por cáncer de hígado y cirrosis en América Central, región Andina, Tropical y el Caribe15. En Honduras, existe muy poca información acerca de la prevalencia de esta enfermedad, siendo que al 2012, de acuerdo al estudio estadístico sobre las diez causas más frecuentes de muerte en Honduras, las enfermedades del hígado, incluida la EHGNA, se encontraban en el sexto puesto16.
Patogenia y progresión de la EHGNA
La EHGNA se presenta en personas que no tienen un consumo de riesgo de alcohol elevado6 y su patogenia es multifactorial; sus causas se podrían dividir en metabólicas y tóxicas17. Las primeras a su vez, se dividen en causas congénitas (enfermedad de Wilson, galactosemia, entre otras) y causas adquiridas (diabetes mellitus, obesidad, entre otras)17. Las causas tóxicas, podrían tener su origen por ciertos fármacos (tetraciclinas, estrógenos, entre otros) y por exposición a ciertos metales (cromo, uranio, entre otros)17. Estas causas se manifiestan principalmente con la resistencia a la insulina, el elevado contenido de ácidos grasos libres y la obesidad que dan origen a la EHGNA4.
En el meta-análisis elaborado por Younossi et al.18 se constató que el 51,3% de los pacientes con obesidad presentaron EHGNA, convirtiendo a la obesidad en una de sus causas más frecuentes; al aumentar la prevalencia de obesidad en los últimos años, por su relación con la EHGNA, ésta ha aumentado de manera directa19. Esta relación se puede deber a la acumulación de tejido adiposo, principalmente visceral, el cual es sometido a un estado de inflamación crónica donde se secretan adipoquinas (producidas por la grasa visceral), estableciendo un nexo de unión entre el acúmulo de ácidos grasos libres y triglicéridos que se liberan a la circulación portal, que directamente recibe el hígado4,20.
Esto es de suma importancia, ya que para América Latina y el Caribe, la Organización Mundial de la Salud (OMS), reportó datos de sobrepeso y obesidad en 62,8 y 59,8% en hombres y mujeres, respectivamente14. No obstante, la población no obesa, tampoco está exenta a desarrollar EHGNA, ya que en países como Estados Unidos se estima una prevalencia de EHGNA del 10 al 20% en personas no obesas18. Otras causas de prevalencia se atribuyen a factores genéticos y ambientales, como la falta de ejercicio y tipo de dietas consumidas14. En cuanto a la ascendencia humana, Balakrishnan et al.21 demostraron en su estudio, que las poblaciones de ascendencia hispanoamericana presentan los niveles más altos de incidencia de EHGNA, confirmado por Oliveira et al.14, que observaron mayor prevalencia de EHGNA en personas con origen nativo americano en las poblaciones de América Latina. Por edad y sexo, se han identificado mayor número de casos de EHGNA en adultos mayores y varones22, nuevos estudios se han enfocado en evidenciar si puede desarrollarse por herencia familiar, como lo hizo un estudio realizado en 2015 a 60 pares de gemelos con EHGNA23.
Esta enfermedad se caracteriza por ser multisistémica y puede llegar a comprometer órganos extrahepáticos22, presentando tasas de mortalidad de 2 al 7%24. Según estimaciones, el 50% de los pacientes con esteatosis hepática no alcohólica, desarrollan fibrosis hepática, de los cuales un 15% de los casos evolucionan a la cirrosis y aproximadamente el 3% de estos, progresan a insuficiencia hepática25. La probabilidad de que un paciente con EHGNA desarrolle carcinoma hepatocelular, es de aproximadamente 7% en un periodo de 10 años, con tasas de mortalidad de 12 a 36%24.
Tratamientos para la EHGNA: Rol de la dieta
La EHGNA tiene una relación directa con la elevada ingesta calórica y el sedentarismo, es decir, los cambios en los estilos de vida, especialmente en la dieta y la actividad física, por lo que se recomiendan como tratamiento de primera línea, siendo más efectivos cuando aún no hay fibrosis y el daño es reversible, es decir, en la etapa de esteatosis hepática26, se requieren mayores estudios para determinar el tipo de dieta o ejercicio más efectivo para esta enfermedad. Algunos estudios refieren a la dieta mediterránea como la mejor opción para su tratamiento, por los evidentes beneficios en la enfermedad cardiovascular y su efecto en la mejora a la resistencia a la insulina, con el consecuente impacto en la EHGNA26. Un meta-análisis reciente demostró el efecto de los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga n-3, presentes en mayor cantidad en la dieta mediterránea, en mejorar la sensibilidad a la insulina y de esta forma reducir la esteatosis hepática27.
En los últimos años se ha evidenciado que la pérdida de peso no es tan relevante como la calidad de la dieta26; en el meta-análisis mencionado anteriormente, se evidencian los cambios positivos sin una disminución de peso significativa27. Por otro lado, un estudio realizado en ratones refiere, que una dieta alta en proteínas contribuye a disminuir el contenido de lípidos hepáticos de manera más efectiva que una dieta baja en proteínas o hipocalórica. Los ratones alimentados con dietas altas en proteínas mostraron una mayor capacidad oxidativa a nivel mitocondrial y elongación de los ácidos grasos de cadena larga y una tendencia a la reducción de la inflamación28.
Aún existe un enorme desafío en el desarrollo de terapias para tratar la EHGNA, especialmente enfocados en prevenir la progresión de la esteatosis hepática a la EHGNA, donde ya se convierte en una enfermedad crónica que puede causar la muerte24,26. Estudios actuales han mostrado la efectividad de los β-glucanos en la reducción de los niveles de colesterol, triglicéridos y grasa hepática9, convirtiéndose en una oportunidad innovadora en el camino de encontrar un tratamiento eficaz.
Los β-glucanos
Son homopolisacáridos lineales de glucosa10, presentes en diferentes fuentes como cereales, hongos y levaduras29, considerados fibra dietética, debido a que no son digeribles en el intestino delgado humano30, por lo que se les atribuyen propiedades promotoras de la salud, y potencial para disminuir los niveles elevados de colesterol y triglicéridos31 cuya efectividad, independientemente de su origen, presenta mejores resultados que otras fuentes de fibra dietética, y ha sido demostrada por diversos autores10. Los β-glucanos poseen cualidades bioactivas y funcionales32, se les atribuyen beneficios al sistema inmunológico, propiedades antioxidantes, activadores del sistema inmunológico, propiedades antiinflamatorias y antidiabéticas, entre otras33.
El mecanismo de acción más aceptable de los β-glucanos en la reducción del colesterol y triglicéridos, se le atribuye a la formación de geles viscosos en el tracto gastrointestinal, lo cual disminuye la reabsorción y aumenta la excreción de ácidos biliares y la absorción del colesterol para su síntesis10. La viscosidad también está relacionada con efectos de reducción de la glucosa plasmática, mejoras en la respuesta a la insulina y disminución del colesterol sanguíneo31.
Actualmente, se ha demostrado que la capacidad de reducción de lípidos y colesterol en sangre, aumenta conforme se eleva la capacidad de fermentación y viscosidad que presentan los β-glucanos34. En muchos estudios, se ha observado que su viscosidad se correlaciona con su peso molecular, tendiendo a aumentar conforme este aumenta11. Los β-glucanos con 530.000 a 5.686.600 g/mol son considerados de alto peso molecular35. La efectividad de los β-glucanos en la reducción de las concentraciones de colesterol también se asocia con la capacidad que poseen para unir ácidos biliares36. Sin embargo, el mecanismo específico por el cual los β-glucanos ejercen sus propiedades reductoras de lípidos, aún no se comprende sin reportan efectos secundarios negativos significativos, al ser consumidos10.
Comparación de fuentes de β-glucanos
Se revisaron 20 estudios en los que se suministraron β-glucanos de diferente origen: cereales, hongos, levaduras; y en los que se lograron efectos en la reducción de las concentraciones séricas de colesterol, triglicéridos, glucosa, grasa corporal, lípidos hepáticos y reducción de inflamación en el hígado, tal y como se muestra en la tabla 1. Los autores también destacan el potencial de los β-glucanos en la mejora de la salud de los pacientes con EHGNA.
Tabla 1 Estudios sobre los beneficios de los β-glucanos de cereales en la reducción de grasas.
Autor | Modelo experimental | Fuente de β-glucano | Dosis (diaria) | Modo de administración | Duración de estudio (d) | Resultados |
---|---|---|---|---|---|---|
Suzuki et al.47 2021 | Ratones C57BL/6 J | Cebada | 81,9 mg | Ad libitum | 83 | No se obtuvieron diferencias significativas en las concentraciones séricas de colesterol total, triglicéridos, glucosa, insulina. |
Aoe et al.48 2020 | Ratones C57BL/6J | Cebada | 388 mg | Ad libitum | 61 | |
Mio et al.49 2020 | Ratones C57BL/6J | Cebada | 256 mg | Ad libitum | 92 | |
Huang et al.35 2020 | Ratones C57 BL/6J | Saccharomyces cerevisiae | 10, 30, y 100 mg/kg de peso corporal | Sonda oral | 56 | |
Chyau et al.50 2020 | Ratones C57BL/6 | Antrodia cinnamomea | 40 mg/kg de peso corporal | Ad libitum | 105 | |
Afiati et al.45 2019 | Rata Sprague-dawley | Lentinula edodes | 50 mg/kg de peso corporal | - | 14 | |
Liu B et al.51 2018 | Ratones ICR | Avena de peso | 500 mg/kg corporal y 1.000 mg/kg de peso corporal | Ad libitum | 77 | |
Silva A et al.52 2018 | Ratas Wistar | Botryosphaeria rhodina | 12 mg/kg de peso corporal | Sonda oral | 71 | |
Wu et al.53 2016 | Ratones C57BL/6 J | Ganoderma lucidum | 8 mg/ml de dieta | Sonda oral | – | |
Wang et al.42 2016 | Humanos | Cebada | 3 g | En desayuno | 35 | |
Kusmiati et al.33 2016 | Rata Sprague- dawley | Saccharomyces cerevisiae | 30 mg/kg de peso corporal | Ad libitum | 21 | |
Andrade et al.44 2016 | Ratas Wistar | Saccharomyces cerevisiae | 30 mg/kg de dieta | Sonda oral | 28 | |
Vieira Lobato et al.54 2015 | Ratas Wistar | Saccharomyces cerevisae | 30 mg/kg de peso corporal | Sonda oral | 28 | |
Momenizadeh et al.55 2014 | Humanos | Avena | 6000 mg | Administrados en un pan | 42 | |
Brockman et al.56 2013 | Rata Zucker | Cebada | 180 mg | Ad libitum | 42 | |
Handayani et al.46 2012 | Ratas Wistar | Avena | 400 mg | Ad libitum | 42 | |
Handayani et al.46 2012 | Ratas Wistar | Lentinula edodes | 400 mg | Ad libitum | 42 |
La avena es uno de los principales cereales considerados fuente de β-glucanos y cada grano en su estado natural, contiene cantidades de 1,8 a 5,5%31. Se estima que para obtener una reducción lipídica mediante el uso de β-glucanos provenientes de la avena, se debe consumir un mínimo de 3 g de β-glucanos al día37 ya que, en algunos estudios con dosis menores a esta, no se han observado resultados favorables31. Sin embargo, una porción diaria de avena equivale normalmente a 40 g38 y suponiendo que la avena que compone esta porción tuviese un 5,5% de β-glucanos, esta aportaría un total de 2,2 g de β-glucanos al día y no cumpliría con el mínimo recomendado para la reducción lipídica31,37. También se tendría que realizar un análisis para determinar la cantidad real de β-glucanos que presenta, ya que estas pueden variar por condiciones y crecimiento del cultivo, o disminuir durante los procesos a los que es sometida para la preparación de un producto de consumo final31. Por los motivos descritos anteriormente, se recomienda consumir alimentos funcionales que logren suplir las cantidades necesarias para obtener una reducción lipídica.
En el caso de las fuentes de β-glucanos de origen fúngico, se encuentran principalmente el hongo Lentinula edodes que contiene aproximadamente 20% de β-glucanos39 y el hongo Ganoderma lucidum que puede contener de 12,4 a 19%; los β-glucanos de estas fuentes se consumen comúnmente como compuestos extraídos40. Otras fuentes como la levadura Saccharomyces cerevisiae, contienen cantidades de 33,7 a 44,5% de β-glucanos41.
El peso molecular de los β-glucanos, tiene una alta influencia en la eficiencia para la reducción de lípidos; Wang et al.42,43 suministraron dos dietas, una con β-glucanos de bajo peso molecular y otra con β-glucanos de alto peso molecular, a personas adultas levemente hipercolesterolémicas. Como resultado, obtuvieron una reducción en el colesterol total y triglicéridos con la dieta de β-glucanos de alto peso molecular, debido a que presentó mayor viscosidad, mientras que la otra dieta no resultó efectiva. Se han demostrado mejores efectos en la reducción de lípidos por medio de β-glucanos, cuando son combinados con dietas saludables, o rutinas de ejercicios44. Afiati et al.45 compararon el efecto en la reducción de glucosa de los β-glucanos de levaduras y de hongos, pero no obtuvieron diferencias significativas entre sus efectos y ambos resultaron ser efectivos.
Handayani et al.46 compararon una dieta con β-glucanos provenientes de hongos y otra con β-glucanos de avena (Tabla 1), concluyendo que ambos tipos de β-glucanos presentan efectos reductores de lípidos, pero los provenientes de hongos produjeron mejores efectos y requieren menores dosis. En el mismo estudio, también se observó que la viscosidad del β-glucano de avena, era bastante superior a la del β-glucano de hongo, por lo cual se descartó que esta característica fuera la razón por la que el β-glucano de hongo presentara mejores efectos. Se propuso como posible causa de los efectos de los β-glucanos de hongos, su estructura química y se demostró que estos contenían un peso molecular mayor al de los β-glucanos de avena46.
Tras analizar los estudios, se determinó que los β-glucanos de hongos proporcionan mejores efectos para tratar la EHGNA, siendo las dosis que mejores efectos presentaron las que proporcionan 40 mg/kg de peso corporal en ratones, equivalentes a 3,58 mg/kg de peso corporal en humanos, según ecuación referida anteriormente12,45.
CONCLUSIONES
La EHGNA es un problema actual de salud pública, que afecta aproximadamente del 25 a 30% de la población mundial, la cual se desarrolla por múltiples razones y nadie está exento a padecerla; no suele presentar síntomas y no se dispone tratamiento aprobado para tratarla. Aunque los cambios en los estilos de vida se visualizan como la mejor vía para combatirla, faltan muchos estudios para determinar un tratamiento eficaz, que debe estar enfocado en prevenir la progresión de la esteatosis hepática a la enfermedad crónica que puede causar la muerte. En este sentido, los β-glucanos se han estudiado como una alternativa para el tratamiento de la EHGNA en su etapa inicial, al reducir los niveles de colesterol, triglicéridos y grasa hepática.
La revisión realizada resalta el potencial de los β-glucanos de hongos, levaduras y cereales, en la reducción de lípidos, así como la reducción del daño causado por esteatosis hepática no alcohólica. Los estudios con β-glucanos de hongos, aunque escasos, han presentado mejores resultados en el tratamiento de EHGNA, con la suministración de dosis humanas de 3.56 mg/kg, logrando además disminuir la inflamación y progresión de la enfermedad.