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Revista de estudios histórico-jurídicos
versión impresa ISSN 0716-5455
Rev. estud. hist.-juríd. n.27 Valparaíso 2005
http://dx.doi.org/10.4067/S0716-54552005000100052
Revista de Estudios Histórico-Jurídicos XXVII, 2005, 559-562 RECENSIONES Y RESEÑAS Orlandis, José, Memorias de medio siglo en Aragón (Biblioteca Aragonesa de Cultura, Zaragoza, 2003), 190 págs. Este estudio autobiográfico de José Orlandis rememora desde su llegada a Zaragoza en 1945 hasta el retorno a su tierra natal, Mallorca, a finales de 1992. En 1942 obtuvo por oposición, con tan sólo veinticuatro años, la cátedra de Historia General del Derecho Español de la Universidad de Murcia, pero en todo momento tenía el pensamiento de trasladar su residencia a Zaragoza, donde estaba vacante la cátedra de Historia del Derecho de la Facultad de Leyes desde 1933. Cuando llegó a Zaragoza, era una ciudad que vivía, como las demás de España, en la austeridad, aunque más moderna que aquella en la que nació. En Zaragoza tenía su sede la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, una de las sociedades económicas más notables de España, el Ateneo, que representaba un interesante foco de actividad cultural y organizaba frecuentes ciclos de conferencias; la Academia Bellas Artes de San Luis, que desarrollaba una excelente labor en su ámbito: la Institución Fernando el Católico, etc. José Orlandis destaca que "la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza mantuvo una relación institucional con la Administración de Justicia en un punto muy concreto: el Tribunal de lo Contencioso-Administrativo. Catedráticos de la Facultad se turnaban periódicamente como vocales del Tribunal..." (pp. 37 - 38). Esto, no obstante, era la práctica habitual en la mayor parte de las Facultades de Derecho en la España de la época. La Universidad de Zaragoza era en 1945 una de las doce universidades existentes en ese momento en el Estado español. Contaba a mediados del siglo XX con unos pocos miles de alumnos distribuidos en sus cinco facultades: Filosofía y Letras, Derecho, Ciencias, Medicina y Veterinaria (pp. 54 - 59); y el número total de catedráticos no superaba la cifra de cuarenta. La Facultad de Filosofía y Letras fue la primera que se alzó en el campus de la ciudad universitaria de Aragón. En 1945 permanecía en activo cierto número de profesores de edad más madura, como Miguel Sancho Izquierdo (1890 - 1988), catedrático de Derecho Natural y Filosofía del Derecho, que fue Rector de la Universidad Cesaraugustana desde 1941 a 1954. El decano de la Facultad en esa época era Luis del Valle y Pascual, que ocupaba la cátedra de Derecho Político. Otros catedráticos seniores fueron Gregorio de Pereda y Ugarte, que regentaba la cátedra de Derecho Administrativo, o el de Mercantil, Antonio de la Figuera. Pero también había catedráticos y profesores más jóvenes, como Leonardo Prieto-Castro Ferrándiz (1905 - 1995), uno de los más distinguidos procesalistas españoles que pronto se trasladó a la Universidad Central de Madrid, o José Guallart, catedrático de Derecho Penal. Algunos de los profesores auxiliares numerarios, que más tarde se llamaron adjuntos, de la Facultad de Derecho más destacados estuvieron representados en Ángel Duque, Felipe Aragüés, Luis Horno o Luis de Diego, entre otros. En octubre de 1946 en la Facultad de Derecho se celebró el Congreso Nacional de Derecho Civil, que tenía como objetivo la reordenación de la vida jurídica española en el ámbito del Derecho privado, de modo que se elaborara un Código General de Derecho Civil en el que se recogieran las peculiaridades forales de los territorios donde se mantuvieran vigentes. José Orlandis, atendiendo a sus orígenes, se integró en la delegación balear. El 15 de mayo de 1952 se celebró en la misma Facultad la inauguración de la Academia Aragonesa de Ciencias Sociales, una entidad que desempeñó una labor muy importante en la vida de la juventud universitaria (pp. 71 - 73). El periodo que transcurrió entre 1945 - 1970 supuso un lento pero progresivo cambio en las opiniones políticas de la juventud universitaria. En 1970 el nivel de la vida de la sociedad española se había elevado considerablemente y las relaciones exteriores de España se acentuaron, sobre todo, con sus vecinos europeos. La primera huelga estudiantil en Zaragoza tuvo lugar el 5 de marzo de 1951, y la causa fue la subida de tarifas de los tranvías que afectó a gran parte de la población. Esta huelga fue seguida por numerosos estudiantes y su actitud de protesta fue secundada en la Universidad de Zaragoza. La primera agitación estudiantil fue la de febrero de 1956, que tuvo como epicentro la Universidad de Madrid. Estos sucesos llevaron a la detención de Dionisio Ridruejo y algunos dirigentes de la oposición universitaria se enfrentaron con estudiantes falangistas. Esta crisis supuso el cese de Joaquín Ruiz-Jiménez Cortés como Ministro de Educación y su relevo por Jesús Rubio García - Mina (1908 - 1976). En el último curso que José Orlandis pasó íntegramente en la Facultad de Derecho de Zaragoza, curso 1968 - 1969, acaecieron momentos de gran tensión: el 25 de enero de 1969 se declaró el estado de excepción en toda España, y los alumnos de la mencionada Facultad estaban en extrema agitación. A finales de 1969 pasó Orlandis a la situación de supernumerario y se apartó del contacto directo con el ambiente de la Facultad de Derecho aragonesa, y comenzó a compatibilizar los deberes docentes en la Universidad de Navarra con las estancias en Zaragoza, pero ya sin actividad docente reglada en el campus cesaraugustano. La llegada de José Orlandis a Zaragoza coincidió con los comienzos de la labor estable del Opus Dei en la región; de hecho su fundador San Josemaría Escrivá vivió en Zaragoza, entre 1920 y 1927 y cursó en dicha Universidad la carrera de Leyes y obtuvo la licenciatura en Derecho (pp. 77 - 106). Josemaría Escrivá abrió en esa misma ciudad el Colegio Mayor Miraflores en octubre de 1950, una residencia de estudiantes universitarios, que se erigió sin ayuda pública ni capital privado, y que fue inaugurado oficialmente el 21 de abril de 1951. José Orlandis se relacionó con algunos aragoneses de adopción que pertenecían a la Obra, como fueron Vicente García Chust, Antonio Rico Gambarte y Antonio Plans y Sanz de Bremond, y con los que convivió en Zaragoza. A comienzos de los años cincuenta la labor del Opus Dei en Aragón creció notablemente. Se incorporaron a la Obra los primeros supernumerarios, todavía profesionales jóvenes pero con arraigo en la ciudad: Ángel Duque Barragués, Joaquín Gimeno y Juan Antonio Cremades, todos ellos procedentes del mundo de la abogacía. El 21 de octubre de 1960 Josemaría Escrivá recibió la investidura como doctor honoris causa en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza (p. 103). San Josemaría Escrivá fue canonizado en Roma el 6 de octubre de 2002 por S.S. Juan Pablo II ante más de cuatrocientos veinticinco mil fieles procedentes de todo el mundo. José Orlandis mantuvo una estrecha relación epistolar con el gran historiador de las instituciones Claudio Sánchez-Albornoz Menduiña (1893 - 1984), a lo largo de casi tres lustros. Las cartas estaban escritas desde Argentina, ya que en ese período se encontraba en el exilio (pp. 107 - 122). De hecho, Sánchez-Albornoz ocupó altos cargos institucionales tras la guerra civil española, como el de jefe de los Gobiernos republicanos en el exilio desde 1962 a 1970 (p. 107). Sánchez-Albornoz, discípulo de Eduardo de Hinojosa, fue una de las personalidades más ilustres de la Escuela Española de Historia del Derecho. La primera carta que conserva Orlandis de Sánchez-Albornoz está fechada el 16 de septiembre de 1969, y la última aparece datada el 28 de septiembre de 1982. Este insigne personaje falleció el 8 de julio de 1984 en Ávila. La obra finaliza con una reproducción del Texto de la "Lección inaugural del Curso Académico 1968 - 1969 en la Universidad de Zaragoza" (pp. 125 - 152), con una "Conversación con José Orlandis", por Enrique de la Lama, publicada en el Anuario de Historia de la Iglesia, vol. V (1996), pp. 153 - 169, así como con una reseña bibliográfica (pp. 171 - 172), un índice onomástico (173 - 176) y un álbum fotográfico (pp. 177 - 190). José Orlandis es doctor en Derecho por la Universidad Central de Madrid y en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Fue ordenado presbítero en 1949. Entre otros cargos, ha ocupado la presidencia de la Academia Aragonesa de Ciencias Sociales y ha sido Vicedecano de la Facultad de Derecho de Zaragoza. Ha publicado más de una treintena de libros y dos centenares de trabajos sobre temas histórico - jurídicos, de espiritualidad cristiana y otros temas de actualidad. Está considerado como el más importante historiador de la cultura y de las instituciones visigóticas que ha habido en España, lo que no le ha impedido ocuparse de otras épocas históricas, además de haber escrito diversos libros de memorias como el que aquí recensionamos de gran interés para los estudiosos de la historiografía jurídica del siglo XX. Guillermo Hierrezuelo Conde |