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Revista de estudios histórico-jurídicos
versión impresa ISSN 0716-5455
Rev. estud. hist.-juríd. n.21 Valparaíso 1999
http://dx.doi.org/10.4067/S0716-54551999002100040
KASER, MAX, Las interpolaciones en las fuentes jurídicas romanas (Colección Derecho Romano y Ciencia Jurídica Europea, Granada, 1998).
La editorial Comares ha decidido comenzar la publicación una interesante serie de monografías cuyo tema central es el derecho romano, con esta bien lograda traducción a cargo de José María Coma y Götz Gallenkamp, del artículo de Max Kaser publicado primero en el Boletín de la phil.-hist. Klasse der Öserreichischen Akademie der Wissenschaften (1979) y luego reeditado, aumentado y corregido en la obra de compilación del mismo autor, Römische Rechtsquellen angewandte und Juristenmethode (1986). Los veinte años de antigüedad de la monografía, empero, no empañan la actualidad de los temas planteados, si se considera que en ellos vertió el autor las experiencias de más de medio siglo de investigaciones que tuvieron como centro al derecho romano. Se trata, por tanto, de una obra que recoge reflexiones definitivas por parte del autor que se anticipa, como suele ocurrir con la ciencia jurídica alemana, al trabajo de la romanística contemporánea. Como ya se adelantó, el trabajo de los traductores es meritorio y sirve para entender con claridad el agudo pensamiento de Kaser sobre una materia que aún inquieta (como no podría ser menos) al campo de la metodología del derecho romano, y resulta ser, por tanto, una obra de interés no sólo para quien se inicia en el trabajo romanístico, sino también para quien ya iniciado en él, desea confrontar sus propias experiencias con el testimonio honesto de uno de los más importantes romanistas de este siglo.
La obra está estructurada en una serie de dieciséis capítulos, los que con claridad pueden ser agrupados en dos partes, en las que realmente se divide la obra. La primera la constituyen los capítulos I a VI, en los cuales el autor da cuenta del trabajo de todo este siglo, particularmente del de la primera mitad, de la romanística europea, orientado a la crítica de los textos justinianeos, que tuvo como objetivo claro el descubrimiento de las interpolaciones introducidas por los compiladores bizantinos en el momento de la elaboración del Digesto. Se trata ésta de una parte en que la descripción del trabajo de los romanistas se ve acompañada por valoraciones y ponderaciones que tratan de situar en su justa dimensión tanto el valor metodológico de la búsqueda de tales interpolaciones, cuanto las posibilidades de error y los excesos a que un tal trabajo pudo dar lugar (y que, de hecho, dio), precisamente en la vertiente hipercrítica que alcanzó la búsqueda de interpolaciones entre los años 20 y 40. Producto de estas valoraciones, el autor expone cómo ello dio pie a un replanteamiento del problema de la crítica de textos, para llegar a ser utilizada con criterios más flexibles y prudentes. De ahí que la obra en sí se dirija a la defensa de esta postura más cauta y alejada de las directrices en su momento seguidas por romanistas de la talla de Beseler o de Albertario.
La segunda parte de la obra (capítulos VII a XVI) está llamada a exponer con una claridad encomiable la postura del autor, sus reflexiones, aprensiones y cautelas, de cara al tema siempre constante y vigente de la crítica de textos. Sin embargo, uno de los aspectos que más allana la lectura de la monografía es el ánimo de Kaser de confrontar a cada momento su propio pensamiento con el de otro insigne romanista alemán, Franz Wieacker, permanente contrapunto de sus ideas, a pesar de los incansables esfuerzos del autor por conciliar ambos métodos. Es así como, desde el principio, el lector es introducido en la noción de "investigación del contenido jurídico" (Sachsforschung), propuganada por Kaser, y de "investigación del texto" (Textforschung), propuesto por Wieacker, caminos que el autor no ve como inconciliables, sino, muy por el contrario, con evidentes posibilidades de coincidencias, por cuanto "el objeto de ambos enfoques es el mismo", lo que pudiera llevar a una ideal coincidencia, de modo de alcanzar "una visión en cierto modo estereoscópica del objeto" (p. 47).
Bajo las premisas anteriores, el autor nos lleva al examen de sus convicciones en cuanto al método de investigación, basado en la crítica de textos que él prefiere seguir, que no es más que el precipitado de más de medio siglo de reflexiones, de sucesivas tomas de partido y, también, de errores y de excesos que la renuencia a tomar precauciones pudo conducir en algún momento a la romanística europea. De ahí que los capítulos X a XIII constituyan verdaderas pautas de trabajo para el romanista, particularmente para aquel que se inicia en el trabajo de investigación sobre textos, respecto de los cuales durante un extenso período se ha tendido un manto de descrédito, por su calificación de interpolados. La honestidad del trabajo de Kaser le impele de un modo casi irresistible a conciliar su postura metodológica con la de Wieacker, toda vez que sus diferencias se marcan sólo en los puntos de partida, pero se asemejan "en el intento de llegar mediante un análisis textual más cuidadoso y por ello más circunspecto, a resultados más seguros, o al menos más probables" (p. 44). El capítulo X es significativo a este respecto, por cuanto entronca con la actitud recomendada por Kaser al lector de un texto justininianeo, en el sentido de examinar su contenido analizando todas las conjeturas posibles de verosimilitud, antes de proceder a buscar las interpolaciones del mismo. Los capítulos XI, XII y XIII acumulan argumentos, que no podemos menos que juzgar poderosos, acerca de las posibilidades reales de conservación de los contenidos clásicos en los textos compilados, todo ello encaminado a dotar al romanista de una serie de prevenciones dignas de ser tenidas en cuenta al momento de realizar sus investigaciones, por medio de la crítica textual (de la que Kaser no reniega, en cuanto método, aunque sí de sus excesos). Bajo todo lo anterior, está la premisa que guía toda la exposición de la obra comentada, que queda enunciada de modo palmario en la conclusión del capítulo XV "Continuidad frecuente del contenido, a pesar de la alteración formal del texto", dedicando el capítulo XVI a las proyecciones que en la producción romanística actual debieran tener estos puntos de vista, en orden a ofrecer resultados veraces acerca del contenido del derecho clásico.
En definitiva, el texto de Kaser, aunque breve, ofrece al romanista confiables criterios de análisis, frutos ellos de una larga experiencia en el campo de la investigación y de ser además el autor, testigo de un siglo lleno de avatares en la búsqueda de interpolaciones y en la ponderación de su valor metodológico.
P. Lazo