Stgo. 27 de julio 2018.
La Pediatría chilena y los subespecialistas nefrólo gos e intensivistas están de duelo.
El deceso del Dr. Enrique Álvarez Lira (QEPD), ha producido un profundo impacto y pesar en nuestro Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA). Admi rable pediatra, sabio maestro, entrañable amigo, amoroso esposo de Mariel, super abuelo de cuatro hermo sos y regalones nietos, hijos de Marcela y su querido hijo Pablo. Honesto y muy empático, reconocido por sus valores humanos, compromiso y espíritu docente, lamentamos profunda y sinceramente su sensible pér dida y prematura partida.
Desde el año 1975, el Servicio de Pediatría del HCS- BA tuvo el privilegio de tener en su equipo clínico a un pediatra de excelencia, estudioso, prudente, respon sable y comprometido con sus pacientes. Maestro de tantas generaciones, siempre destacó por poseer la genuina humildad que sólo logran los grandes espíritus y la paciencia infinita para enseñar, enseñar y volver a enseñar. Respetuoso y con una bella y permanente sonrisa que alegraba nuestros espíritus. Amigo alegre y cariñoso.
Nació en la comuna de Chanco, Región del Maule. Estudió Medicina en la Universidad de Concepción y partió como médico General de zona a Lanco en la Región de Los Ríos. Realizó su beca en el Hospital Manuel Arriarán, destacando por sus valiosas condiciones humanas y dedicación al estudio. En 1978, a fines de su período de beca, el Dr. Alejandro Maccioni S., Jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Manuel Arriarán, lo entusiasmó con la importancia de la fisiopatología y clínica de los trastornos hidro electrolíticos y ácido-base y con la nefrología infantil, especialidad iniciada cerca de 1960 en dicho hospital, por los Drs. Marcial Silva y Raúl Díaz. Desde allí en adelante, el Dr. Álvarez estuvo permanentemente preocupado por el desa rrollo de la especialidad en nuestro hospital, impulsó el mejor estudio del paciente nefrológico infantil, su histopatología renal a través de biopsia con microsco pía de luz y electrónica, la optimización de su manejo y calidad de vida, procedimientos de diálisis hospitalaria y ambulatoria, aguda y crónica. Se ocupó en especial de dejar consolidado su querido equipo de nefrólogos. Entregó por décadas, a todos los que nos formamos en este Servicio, el arte del manejo hidroelectrolítico y ácido-base comprendiendo el porqué de cada cálculo que hacíamos. Participó también en la creación y de sarrollo de la Unidad de Tratamiento Intensivo pediá trico del HCSBA, siendo uno de sus residentes hasta acogerse a la liberación de turno de noche.
Puso su mayor interés en apoyar toda iniciativa en beneficio de nuestro Servicio clínico y Departamento de Pediatría de la Universidad de Chile. Aportó perma nentemente en las reuniones clínicas, curso de exten sión en Pediatría ambulatoria, Guías de Práctica Clíni ca en Pediatría en sus 8 ediciones, Boletín del Servicio y Departamento de Pediatría, Libro de “Origen, Memo rias y Vivencias del Hospital Manuel Arriarán Barros”. Tuvo siempre activa participación en las diversas acti vidades de la rama de Nefrología infantil de la Sociedad Chilena de Pediatría y fue miembro del Directorio de SOCHIPE por dos años. Su mensaje siempre fue muy claro: “Debemos seguir trabajando y protegiendo la salud del niño”.
Sus mejores y más cariñosos esfuerzos los reali zó siempre en el trabajo docente con los becados de Pediatría del HCSBA, becados de nefrología y poste riormente con el grupo del Hospital Luis Calvo Mac- kenna. Todos reconocemos en él a un docente dotado de humildad, infinita sabiduría y altruismo. Ojalá su corazón haya percibido siempre la sincera admiración y respeto que los becados, alumnos, colegas y todo el personal del Servicio clínico le profesábamos.
Nuestro Servicio sabe que el Dr. Enrique Álvarez Lira, fue siempre un hombre tan respetuoso de todos, que no quería homenajes. Estas sencillas palabras solo desean expresar el infinito cariño, verdadero reconoci miento, profunda gratitud y eterno recuerdo a nuestro amigo y mentor. Nuestra mejor ofrenda será el trabajar lo mejor posible día a día con todo lo que él nos enseñó con tanto amor. Hasta siempre querido Enrique.