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Revista chilena de pediatría
versión impresa ISSN 0370-4106
Rev. chil. pediatr. v.75 n.4 Santiago jul. 2004
http://dx.doi.org/10.4067/S0370-41062004000400006
Rev Chil Pediatr 75 (4); 347-354, 2004 ARTÍCULO ORIGINAL Infant mortality for congenital malformations, Chile, 1985-2001 Jorge Szot M.1 1. Salubrista. Departamento de Epidemiología. División de Rectoría y Regulación Sanitaria. Ministerio de Salud. Resumen En Chile, la mortalidad infantil (MI) ha bajado drásticamente en un plazo relativamente breve de tiempo. Las malformaciones congénitas y cromosomopatías (MCyC) ocupan el segundo lugar como causa de muerte en menores de 1 año. Por lo anterior, se presenta este trabajo cuyo propósito es aportar al conocimiento de la MI por MCyC, mostrando la evolución y características que ha tenido entre 1985 y el año 2001 y comparando información sociodemográfica de la MI por MCyC con aquella producida por otras causas. Infant mortality (IM) has decreased in Chile during a short period of time. One of the most important causes of death, in infants under 1 year of age, are congenital and chromosomal malformationes (CCM). This study aims to describe the evolution and characteristics of IM in terms of CCMs between the years 1985 and 2001 and to compare the IM caused by CCMs and those due to other causes in Chile.
INTRODUCCIÓN La mortalidad infantil se ha reducido en el país en más de 10 veces entre 1960 y el año 2001: desde 120 por 1 000 nacidos vivos a 8,3 por 1 000 nacidos vivos1,2. Las causas de muerte también han cambiado: mientras durante los años 60 y 70 las muertes en menores de 1 año se producían fundamentalmente por enfermedades infecciosas asociadas a desnutrición3,4, a partir de la década de los años 80, comienzan a adquirir importancia como causas de muerte, las afecciones del período perinatal, especialmente asociadas al bajo peso al nacer5 y las malformaciones congénitas y cromosomopatías (MCyC)6. Estas últimas, que originaban un 23% de las muertes en menores de 1 año en 1990, produjeron un 34% de las defunciones en ellos durante el año 20007. Por lo anterior, el propósito del presente trabajo es mostrar algunas características de la evolución de la mortalidad infantil por MCyC en el país entre 1985 y el 2001 y comparar información sociodemográfica en niños menores de 1 año fallecidos por MCyC con aquellos cuya defunción se produjo por otras causas. METODOLOGÍA Se trata de un estudio epidemiológico descriptivo, que recoge información de mortalidad en el menor de 1 año, de los Anuarios Demográficos producidos por el Instituto Nacional de Estadísticas. Los datos obtenidos para la serie 1985-2001 son: Nº absoluto de fallecidos y causa de estas defunciones. Con estos datos se construyeron tasas de mortalidad específicas por todas las malformaciones congénitas y cromosomopatías (CIE-IX, XIV, 740-759 y CIE-X Q00-Q99)8 y de mortalidad por malformaciones del sistema nervioso (CIE-IX, XIV, 740-742 y CIE-X Q00-Q07) y mortalidad por malformaciones circulatorias (CIE-IX, XIV, 747 y CIE-X Q20-Q28) para estos años, expresadas por 100 mil nacidos vivos (NV). La información de los años 1985-2001, se presenta en la figura 1, que muestra la evolución de la tasa de mortalidad infantil por malformaciones congénitas y cromosomopatías y la proporción de la mortalidad infantil por estas causas y en la figura 2, donde se observa la evolución de la mortalidad infantil, específicamente por malformaciones del sistema nervioso y sistema circulatorio. Para el año 2001, en las figuras 3 y 4 se presenta una agrupación de las muertes por malformaciones según su localización anatómica en ambos sexos. Las tablas 1 y 2 entregan la distribución de las muertes por malformaciones según diagnóstico simple, en sexo masculino y femenino, respectivamente. En las figuras 5, 6, 7, y 8 se muestran la proporción de las defunciones fetales tardías, neonatales precoces, neonatales tardías y post neonatales ocasionadas por malformaciones congénitas para el año 2000.
DISCUSIÓN En Chile, en un plazo de 15 años, la tasa de mortalidad infantil (TMI) por malformaciones ha caído, prácticamente a la mitad: de 461,7 por 100 000 NV en 1985 a 273,45 por 100 000 NV en 2001. Sin embargo, la proporción de muertes en menores de 1 año, atribuibles a las malformaciones congénitas y cromosomopatías, aumentó de 22,5% a 31,2% en el mismo periodo (figura 1). Lo anterior, es consistente con la transición demográfica que atraviesa el país9 en que las causas de morbilidad y de mortalidad en la población cambian. Este proceso, de sustitución de las causas de muerte desde lo infeccioso a lo crónico, ocurre también en países con un desarrollo económico y sanitario similar, como Argentina, Uruguay y Costa Rica10,11.
Analizando la mortalidad por malformaciones según edad, las malformaciones que provocaron la mayor mortalidad fetal tardía y neonatal precoz fueron las del sistema nervioso. Esto, puesto que las defunciones se produjeron especialmente por anencefalia, condición incompatible con la vida, cuya letalidad es de 100% (figuras 5 y 6). Por el contrario, las malformaciones cardiocirculatorias originaron la mayor cantidad de defunciones en lactantes mayores de 7 días (figuras 7 y 8), puesto que la letalidad de éstas dependerá específicamente del tipo de malformación de que se trate. La comparación entre ciertas variables en el grupo de menores de 1 año fallecidos por malformaciones con aquellos fallecidos por el resto de las causas mostró diferencias significativas entre ambos (tabla 3). Los primeros, tuvieron un peso al nacer y una edad gestacional (EG) superior que los últimos: 2 778 grs con 39,5 semanas de EG versus 2 504 grs con 38,2 semanas de EG (valor-p para ambos: 0,000). Este hecho significa que los neonatos y lactantes que fallecen por malformaciones, no nacen en condiciones de prematuridad ni de bajo peso. En el caso de otras variables sociodemográficas, se encontró que los niños fallecidos por malformaciones eran hijos de madres de mayor edad que los niños fallecidos por otras causas: 29,0 años versus 26,9 años (valor-p: 0,000), aunque no se encontró diferencias significativas en la edad del padre. En el mismo sentido, comparando los niños fallecidos por malformaciones con aquellos fallecidos por otras causas, se encontró que los primeros eran hijos de madres con mayor nivel educacional: escolaridad universitaria de 10,4% versus 9,1% en los últimos (valor-p 0,009) con menor proporción de hogares cuya madre es soltera: 48,1% versus 54,8% (valor-p 0,001) y con un menor número de hijos previos fallecidos: 1,3 versus 1,7 (valor-p 0,020). Todos los datos anteriores apoyarían el hecho que las defunciones por malformaciones ocurren en embarazos de mujeres de mejor nivel educacional y por tanto de mayor nivel socioeconómico, aunque este último dato, debiera comprobarse a través de la búsqueda de información en la fuente primaria de registro, esto es, en cada certificado de defunción.
La distribución geográfica de la mortalidad por defunciones en las comunas de Chile, no demostró una asociación clara con ciertos factores de riesgo esperables, como son la elevada contaminación por metales, como plomo y arsénico en el norte del país18 o con el importante uso de plaguicidas en las regiones agrícolas de Chile central19. Por el contrario, aunque se trata de comunas con una baja cantidad de defunciones, lo que hace las tasas inestables, se encontraron tasas elevadas en ciertas localidades situadas en la precordillera de la VIII Región (figura 9).
REFERENCIAS 1.- Viel B, Campos W: La Experiencia Chilena de Mortalidad Materna e Infantil, 1940-1985. Perspectivas Internacionales en Planificación Familiar. Trabajo recibido el 4 de marzo de 2004, devuelto para corregir el 27 de mayo de 2004, segunda versión el 5 de julio de 2004, aceptado para publicación el 2 de agosto de 2004. |