Señor Editor:
Hemos leído con atención el reciente artículo: “Actividad física y calidad de vida en personas con enfermedad renal crónica”1, el que consideramos un valioso aporte en la mejora de la calidad de vida de los pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC). La prevalencia de pacientes con ERC ha aumentado considerablemente en los últimos años y genera un gran impacto económico en salud, producto del tratamiento por el que atraviesa el paciente, que puede implicar desde hemodiálisis hasta trasplante renal2. Los pacientes con ERC presentan una calidad de vida (CV) disminuida, que puede optimizarse mediante la incorporación monitorizada de actividad física (AF), lo que no solo mejora el desempeño físico, sino también aspectos psicológicos del paciente2. Ante lo expuesto, realizaremos algunos comentarios acerca de aspectos metodológicos que pueden considerarse para potenciar para futuras investigaciones.
El estudio tuvo como objetivo establecer la relación entre la AF y la CV en pacientes con ERC. En ese sentido, concordamos con los autores al relevar algunos aspectos que contribuyen en la relación abordada, más aún, por ser uno de los pocos estudios que abordan el tema. A pesar de las fortalezas del estudio, hemos identificado ciertos aspectos metodológicos que podrían tomarse en cuenta en futuras investigaciones que busquen abordar esta temática. El estudio no considera algunas variables que podrían afectar la relación de la AF y la CV, como es la edad del paciente y número de personas que viven con el paciente. Conforme el individuo envejece, la CV se va deteriorando, entre las principales razones, se encuentra la aparición de enfermedades. Asimismo, el número de personas que viven con el paciente puede influir en el aspecto psicológico y el soporte físico que pueda por parte de sus familiares. Además, no se menciona claramente si el personal que realizó las entrevistas recibió entrenamiento previo, lo que podría vulnerar la calidad de la información reportada3.
Por otro lado, los autores emplearon la encuesta KDQOL-36, que fue adaptada transculturalmente para evaluar la CV del paciente con ERC en Colombia4, la que aún se encontraba en proceso de validación. Frente a ello, recomendamos el uso del cuestionario SF-12, el que está validado para la población chilena y fue utilizado en la Encuesta de CV aplicada por el Ministerio de Salud de Chile en el año 20065, con una previa validación de entendimiento para la población colombiana.
Así también, podemos recomendar la aplicación de EuroQol-5D, como una alternativa adicional, ya que por sus características es un cuestionario simple, auto administrable y de llenado rápido, cuyo propósito es la evaluación de la CV, tanto en pacientes sanos como en los que presentan ciertas patologías, todo ello, facilita su aplicación y disminuye el tiempo de duración6.
El artículo revisado contribuye claramente a mejorar la condición de vida física y mental en pacientes con ERC, por lo que sugerimos tomar en consideración lo expuesto.